viernes, 21 de noviembre de 2014

PEQUEÑAS REFLEXIONES A GOLPE DE MARTILLO SOBRE NIETZSCHE



No soy básicamente un nietzscheano, pero sí que me cautivan sus textos, sobre todo cuando están bien traducidos, como estas ediciones de la editorial Gredos. Nietzsche era un filólogo y un especialista en el griego antiguo. Tenía la virtualidad de leer a los antiguos en su idioma original. Por ello era el que mejor conocía de su época lo que éstos dijeron, así como sus conceptos. De él nace una corriente que a día de hoy se denomina hermenéutica. La hermenéutica consiste en un volver, “un retorno”, a lo griego desde los propios griegos, no desde las interpretaciones de la escolástica medieval: es lo moderno de Nietzsche. Su continuador fue Heidegger y de él su alumno Gadamer. Gadamer es el máximo representante de la hermenéutica, y en la UNED con la profesora Oñate un grupo de hermeneutas nietzscheanos, como Gianni Vattimo. No termino de comulgar con ellos, pese a lo que de los griegos son capaces de decirnos, pues procuran un retorno a lo griego en la interpretación del hoy crítico, intentando construir una izquierda sin Marx y postmodernas. Y eso no lo comparto. Pero eso no quita cual es la potencia de sus textos. En la página 21 (Gredos) de “Así Habló Zaratustra” nos encontramos un fragmento de esa potencia, destrozando la interpretación de Verdad de la metafísica cristiana, que es una herencia griega en interpretación con la concepción mosaica (el cristianismo no es otra cosa que la religión de Moisés expresada con términos platónicos – es difícil de explicar esto, pero lo iré haciendo)

“Yo os conjuro hermanos míos, permaneced fieles a la tierra y no creáis a quienes os hablan de esperanzas ultramundanas! Son emponzoñadores, lo sepan o no.

Son despreciadores de la vida, moribundos, envenenadores por su propia mano, de quienes la tierra está cansada: ¡ojalá desaparezcan!”

El mensaje suena radical, pero Nietzsche sabía bien lo que se decía. Solo que hay que conocer a Grecia y el concepto de Verdad que con ellos nació, y el platonismo –que detesta Nietzsche, para comprenderle-. Por ello no hay que rasgarse las vestiduras cuando alguien lea un mensaje “radical”, como pueda parecer el nietzscheano, Nietzsche sabía bien lo que trataba y lo que decía. Tenía bien medido “los centros” y “los extremos”, y de lo que trata.  

1 comentario:

Anónimo dijo...

para entender a nietzche tienes que tener mucha empatia