domingo, 2 de noviembre de 2014

Lectura de El Capital: Los nadie como un a-logon para el capital.





VIII

¿Cuándo surge el capital? Para Marx el modo de producción capitalista solo surge cuando el poseedor de los medios de producción (entendemos por medios precisamente lo que es preciso para conseguir el fin, que es la producción de mercancías –esto es herramientas y maquinaria y que según Marx es “trabajo muerto” y trabajo vivo; entendiendo que trabajo, como venimos diciendo, es vida subjetivada y, por tanto, el trabajo vivo el generador del valor, que una vez subsumido en el capital es "trabajo muerto"-)…cuando el poseedor de los medios de producción, digo, y de vida encuentra en el mercado al “trabajador libre” como vendedor de su fuerza de trabajo (pág. 123). Pero, recordemos otra vez, el “trabajador libre” era una minoría muy pequeña en Grecia y en Roma; en la llamada Edad Media casi inexistente. Se constituye en un fenómeno en Europa de la Edad Moderna y tras las revoluciones burguesas a finales del siglo XVII. Y es en el siglo XIX cuando se empieza a operar el cambio. Que en el siglo XX ya se considera como “natural” (aunque no debería, porque la causa –y es un aviso a navegantes despistados- de que el siglo XX haya sido tan sanguinario son porque esa relación no es tan “natural” como se pretende). ¿Cuál es el valor de la fuerza de trabajo? Avisemos que valor, otra vez, es trabajo vivo y que fuerza de trabajo es el productor de valor. Por lo tanto el valor de la fuerza de trabajo es el trabajo socialmente necesario para la conservación y reproducción de la fuerza de trabajo. Usando las determinaciones construidas. Aparentemente parece un concepto vago y sin sentido: sin embargo ha sido una concepción importantísima para el desarrollo de la Antropología Social y Cultural y el estudio de clanes, etnias, sociedades y grupos humanos. Porque en una sociedad equivalencial su desarrollo social y cultural depende del trabajo vivo empleado para la reposición social y su mantenimiento (creación de vida y medios de vida). En el sistema capitalista se sigue una rueda continua que consiste en trasformar dinero por capital (plus-valor apropiado). En cambio, “el propietario de la fuerza de trabajo es mortal” (pág. 125) el objetivo último que perseguiría el capital es la regeneración perfecta de esa fuerza de trabajo. Pero la demografía sigue otras leyes, que la Antropología Social y Cultural también ha descubierto gracias a Marx y Engels. En estos momentos –en términos mundiales- sobra fuerza de trabajo para los niveles de apropiación de excedente que consideran en su razón. Y en eso el capital opta por el cierre de fronteras o la invisibilidad de los nadies y de los nada. Esos nadie son un a-logon para el capital.

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