sábado, 22 de noviembre de 2014

DEMOLEDOR ZARATUSTRA




Poco se puede decir de esta obra tremenda de Nietzsche, pues es un raudal de martillazos sobre la metafísica cristiana. Esta se inició con Platón, pues hasta entonces la filosofía griega era eminentemente una onto-teología: esto es una discusión del ente y la divinidad, pero inmanentes a lo real. La tradición pitagórica era un desajuste no griego, así como su teoría de la trasmigración de las almas. Nietzsche tiene un capítulo para los trasmundanos, aquello que han elaborado la falaz teoría de un mundo fuera de éste y los cataloga como despreciadores de cuerpos. Nietzsche no va contra los que no pueden entenderle, ni, por tanto, leerle: los cristianos de buena fe y rebaño. Escribe para los menos, pero entre ellos a los pastores. Los pastores si le entienden, entienden la voz de Zaratustra-Nietzsche en cada una de sus expresiones demoledoras. Frases hirientes que encierran verdades que hacen saltar en añicos las verdades tenidas como tales desde el socratismo-platonismo. “El cuerpo creador se creó el espíritu como una manos de su voluntad” ”! Yo no sigo vuestro camino, despreciadores del cuerpo!,!Para mí no sois puente hacia el superhombre!”. El superhombre es una superación del borrego, del animal de rebaño, de aquel que necesita pastores, nos enseñará Nietzsche. El superhombre que anuncia Zaratustra es aquel que crea sus propios valores, ama la vida, los goces del cuerpo, y crea vida. El superhombre no es un superhéroe: es un vibrante autor de sí mismo que no es regido por ajenos. Y dice así: “Éste es mi bien, esto es lo que amo, así me gusta todo, sólo así quiero el bien. No lo quiero como una ley de Dios. Lo que yo amo es una virtud terrenal; no ningún indicador a super-tierras y paraísos (pág. 47. Gredos)” ”En otro tiempo eran malas la duda y al voluntad de sí mismo” esto que dice “perjudica a vuestros buenos y justos, de decís ¡Más, que me importan a mi vuestros buenos y justos! Muchas cosas de vuestros buenos y justos me causan repugnancia, y, en cambio, no su mal” “En verdad quisiera que su demencia se llamara verdad o fidelidad o justicia: pero ellos tienen su virtud para vivir largo tiempo y en un deplorable bienestar”. Lo que hace Zaratustra es atacar al hombre de rebaño, a esas personas débiles de carácter, inferiores en voluntad: no fuertes. El superhombre es fuerte. Fuerte para no dejarse engañar, ni engatusar. Fuerte para vivir y gozar en la vida, y no esperar goces en otros lugares trasmundanos. “Valerosos, despreocupados, burlones, violentos-así nos quiere la sabiduría: ella es una mujer y ama solo a un guerrero.” Los dioses sobre los que se asienta Nietzsche no es ese Dios platónico-mosaico, que detesta por falso; es Dionisio: tan sólo creería en un dios que supiese bailar. Dionisio es, para Nietzsche un símbolo de la vida; una legitimación del amor a la vida, síntoma de salud espiritual y fortaleza física. Dionisio y Shiva.

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