domingo, 2 de noviembre de 2014

Lectura de El Capital de Marx. El fenómeno de la “La compra venta de trabajo”.




La lucha de miles de opositores tratando de entrar a formar parte de la adminsitración pública no es solo por "la seguridad" en el puesto de trabajo. Es el sitio donde las relaciones de trabajo humano dependiente y productivo (socialmente necesario) conllevan una menor apropiación de valor por un ajeno.

VII

“La plus-valía no puede surgir de la circulación (…); ¿Puede proceder la plusvalía de algún lugar que no sea la circulación?” (Pág. 117). Aquí Marx está a punto de indicar cuál es el secreto misterioso que se oculta detrás de la economía política. Marx sigue a pies juntillas la Lógica de Hegel, y como había señalado en los Grudrisse, la economía trata de ir del nivel más cercano de abstracción, la mercancía, hacia el nivel más elevado de concreción: el recipiente donde se contiene y la ley inmanente o arché: principio fundante. Toda la economía y el motor de la sociedad moderna es una serie de determinaciones determinadas determinantes, que se influyen entre sí, y que queda reflejada en circulaciones. Para el pensamiento de Marx la vida es circulación de sangre. Una frase que hay más atrás es elocuente para retener las categorías (determinaciones) con las que trabaja Marx. “El diezmo que hay que entregar al cura es más caro que la bendición de éste”; para Marx el trabajo productivo es la vida que se nos va para generar vida y reproducción de vida. En las sociedades no equivalenciales siempre el diezmo que se entrega es más que lo recibido. Se organizan circulaciones de vida subjetivada, trabajo, en ficciones de cobro y pago: Fiduciarias (se confía que el sistema es justo y no un invento humano de raíces históricas y que se sustenta en un invento). Otro elemento para comprender El Capital es que Marx lo que hace es un estudio sincrónico de los estudios económicos (categorías de “tiempo todo”) y no históricas o diacrónicas (salvo quizá para explicar la acumulación originaria). En la parte 3 de la sección segunda sobre la conversión de dinero en capital se entre en el meollo de las determinaciones categoriales: Compra y venta de la fuerza de trabajo (pág. 119). “La alteración de valor de dinero que se ha de convertir en capital no puede ocurrir en ese dinero mismo, pues éste, como medio de compra y como medio de pago se limita realizar el precio de la mercancía que compra y paga (…) que es un petrificado de valor inmutable”. Recordar, no hay que cansarse en repetirlo, que valor para Marx es igual a vida que sirve para regenerar vida y que se queda pegada a las cosas. El diamante no tiene más valor que el trabajo social necesario para extraerlo y darle bellas formas. Por ello “valor” y “precio” son cosas diferentes, porque el valor de cambio parece cosa del azar y puramente relativa (mercado). El diamante es un bello objeto que en el cuello sirve de bello adorno, y que por su escasez tiene un alto precio; pero valor tiene el valor del trabajo humano en el agregado: Por qué: porque lo que hay de valor siempre es la vida. Así de simple. El misterio se encuentra dentro de la esfera de circulación de mercancías: el poseedor de dinero encuentra en el mercado una mercancía específica creadora de valor: la capacidad humana de trabajo. El trabajo es la única mercancía que genera valor. Se entiende por ella “las capacidades físicas e intelectuales (pág. 119) que existen en la corporeidad viva de un ser humano”. “El poseedor de dinero encuentra en el mercado, como mercancía”. La OIT dijo que el trabajo no es una mercancía en su intento de juridificarlo. Pero ¿Es cierto ello o no? Es algo adherido al humano que se vende: es vida, inteligencia, sudor y músculo que se vende por tiempo determinado y al que se le somete a órdenes y disciplina (trabajo determinado como objeto). Por mucho que la OIT considere que el trabajo no es una mercancía, casi todos los ordenamientos jurídicos ius-civilistas patrimoniales –de donde nace el derecho del trabajo- consideran el trabajo objeto del contrato de trabajo. Así que mucho cuidado con los conceptos. El trabajo asalariado, como forma generalizada, es una construcción histórica de recientísima creación. En generaciones ha calado pronto que “la naturaleza” de la sociedad se constituye por trabajo asalariado. Pero cuando Marx escribe los primeros manuscritos estudiando la realidad social del trabajo, en 1844, era una novedad recientísima. No pensemos que eso de trabajar mediante una cesión de trabajo a cambio de salario es de “toda la vida”. Sino de hace, históricamente, un suspiro: Desde el siglo XIX, y en Inglaterra desde el XVII con el inicio de la producción fabril. Pues el equívoco es entener todo esto del capital y el trabajo asalariado como algo “natural”. El desconocimiento de la Filosofía y de su historia es clave para enteder-desentender esto. Por eso ha llegado el punto que va a quedar desarticulada. Aunque lo adelante, en el Cap. 24 Libro I dice Marx: “En el curso de la producción capitalista se desarrolla una clase trabajadora que por educación, tradición y costumbre reconoce como leyes naturales evidentes las exigencias de ese modo de producción”.  Lo metafísico de la compra de trabajo se encuentra en que bajo el disfraz de esa relación social que se establece entre dos sujetos es que uno de los sujetos es el portador de la creación de valor de las cosas. Ciertamente el “poder de organización”, gestión, burocracia es también trabajo y generan valor que se adhiere a las mercancías. La separación categorial se establece en que unos sujetos tienen como fin “valorizar el valor”, para apropiarse de él, y otros entregar valor a cambio de salario. La ficción se establece en que el Dinero (ya sabido como dinero fiduciario, ficción pues) nunca paga ese valor, porque el dinero es nominal siempre. Es monetarista. Las claves son categorías determinadas determinantes (sujetos de dinero que quieren generar dinero, pero que como el dinero es ficción se encubre otra realidad: sujetos que tratan de valorizar el valor porque el objetivo último es la apropiación de ese valor, de ese excedente. La lucha de miles de opositores tratando de entrar a formar parte de la adminsitración pública no es solo por "la seguridad" en el puesto de trabajo. Es el sitio donde las relaciones de trabajo humano dependiente y productivo (socialmente necesario) conllevan una menor apropiación de valor por un ajeno. Es por ello que "la mentalidad captalista" abogue por su destrucción. Y al tiempo que lo conseguirá si se lo propone y no se intenta detener, porque está en su ley natural e inmanente se encuentra la apropiación del excedente producido por el trabajo humano. Estas son las categoría del pensar que ofrece el pensamiento filosófico de Marx para entender lo real. Y porqué Marx afirma que el pesar, saber, ya es transformar y que explica porqué la filosofía de Marx es una filosofía de la práxis.   

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