En 1794, la Berlinische Monatsschrift, la revista mensual de Berlín, le pide a Kant que escriba un breve artículo explicando a sus lectores qué significa para él la Ilustración, y Kant les entrega su Contestación a la pregunta ¿Qué es la Ilustración?, que se publica dos meses después de que Moses Mendelssohn escribiese la suya. Estas diez páginas que Kant escribió para la ocasión llegarán a convertirse en uno de los textos fundamentales del autor, imprescindibles para entender tanto la Ilustración como la filosofía contemporánea.
El primer párrafo del texto es sobradamente conocido:
“La Ilustración
significa el abandono por parte del hombre de una minoría de edad cuyo
responsable es él mismo. Esta minoría de edad significa la incapacidad
para servirse de su entendimiento sin verse guiado por algún otro. Uno
mismo es culpable de esta minoría de edad cuando su causa no reside en
la falta de entendimiento, sino en la falta de resolución y valor para
servirse del suyo propio sin la guía de algún otro. ¡Sapere aude! ¡Ten
valor para servirte de tu propio entendimiento! Tal es el lema de la
Ilustración.”
Y el texto continúa así:
“Pereza y cobardía son las
causas merced a las cuales tantos hombres continúan siendo con gusto
menores de edad durante toda su vida. […] Es tan cómodo ser menor de
edad. Bastar con tener un libro que supla mi entendimiento, alguien que
vele por mi alma y haga las veces de mi conciencia moral, a un médico
que me prescriba dieta, etc., para que yo no tenga que tomarme tales
molestias. No me hace falta pensar, siempre que pueda pagar; otros
asumirán por mí tan engorrosa tarea”.
Revista FILOSOFÍA HOY.
No hay comentarios:
Publicar un comentario