lunes, 14 de abril de 2008

Sobre el debate Zapatero- Rajoy en las pasadas elecciones


Tal y como yo presentía el debate entre Zapatero y Rajoy iba a aderezarse más por la demagogia, los latiguillos, el no digo todo lo que pienso por si acaso, en tirarse los trastos, en tu lo haces mal y el otro mucho peor, que en aportar propuestas sobre los problemas que puedan preveerse. Esperemos que para la próxima se hable más de lo que puede hacerse en el futuro, aunque lo dudo. Como producto audiovisual el debate ha sido una patata, pues de todos es sabido que donde hay imagen debe haber montaje y casi prefería haber visto un acuerdo por donde colocar las cámaras y luego que, cada televisión, hubiese hecho su montaje y planificación: las imágenes hablan más que las palabras según queden estas montadas. El pacto de duración de planos, el montaje de los mismos y el tamaño de cada uno me han dejado una impresión muy pobre en el sentido audiovisual. Preferí sin duda el debate montado por antena 3 entre Solbes y Pizarro, así como la materia técnica tratada en aquel de debate, pues aunque los profanos se enterasen menos de lo que se decía, había más técnica que política y, por tanto, menos demagogia (que también la hubo, como ya he señalado). El debate ha quedado en tablas y yo creo que cada uno arrimará el ascua a sus sardina para decir quien ha ganado; yo voy a tratar de poner nota, porque es de lo que se trata, y al debate, en sí, como producto audiovisual, le doy un 2 –No todo lo que tiene mucha audiencia tiene calidad – a Zapatero le doy un 2,5 y a Rajoy le suspendo con la misma nota. Me aburrí soberanamente con los planos pactados y lo que se decía tampoco me llenó de ninguna manera, así que mientras escuchaba las cosas mil veces repetidas, me repasé el Samuelson, libraco que hacía mil años que no leía. En definitiva que el debate lo ganó para cada cual de la misma manera que se ve, o no se ve, un penalti en un Madrid-Barca. A quienes nos gusta el fútbol, pero somos de equipos modestos, podemos decir que el partido fue soso, bronco, sin grandes jugadas maestras. Rajoy buscó más la perpendicularidad en el ataque y Zapatero trató de irse alguna vez por las bandas con escaso resultado quizá, aunque por todos es sabido que yo prefiero el juego por las bandas. En materia económica Rajoy se decantó por los últimos 7 meses de coyuntura económica y Zapatero por los últimos 4 años: No escuché a Rajoy defender que sus posturas de liberalismo económico son el mejor método de enderezar la pendiente negativa, ni a Zapatero defender en sentido contrario que las políticas socialdemócratas son las únicas posibles para hacer que el socavón sea lo menos profundo posible y la crisis menos abrupta. Si me llamó la atención lo que escribió por sms un televidente, que, más o menos, dijo así “soy un empresario catalán de la construcción que la semana pasada tuve que despedir a 100 trabajadores. ¿Hasta cuando va a seguir esto así señor Zapatero?” No se si le daban pena los 100 trabajadores despedidos, que lo dudo; más seguro estoy que le preocupa más que las mejores casas que se hacía por promoción para él se queden ahora sin vender y así, ha perdido los tropecientos millones de Euros que esperaba obtener tras su venta. La teoría Neoliberal nos dice que las prestaciones de desempleo incitan a la vagancia y que es mejor tener a 100 trabajadores lampando para que estén a disposición del empresario a menor coste, y así ayudan a la recuperación. Por el contrario la teoría socialdemócrata nos dice que las prestaciones de desempleo ayudan a amortiguar el efecto de la crisis, pues así hay, dicen, al menos algunas Rentas éstas hacen que el consumo no caiga en picado. Lo que me extraña es que ese señor empresario del SMS no escribiera en alguna contertulia de hace unos años “Me los estoy pasando pipa, Sres. Políticos, ya he vendido todos los pisos de mi última promoción”. Luego se entró en materia social y aquí Zapatero quiso hacer valer los principios de la socialdemocracia y Rajoy intentó hincar el dedo en el ojo con el tema de la inmigración: aquí yo ya estaba totalmente somnoliento y mis ojos pasaban raudos por las páginas del Samuelson donde describen las políticas del lado de la Oferta. En materia de Terrorismo me pareció algo más interesante y donde creo que estuvo el quid del debate. El PP mantiene una estrategia por todos conocida en la que no estoy del todo seguro de si le reportará réditos electorales; no se si la población termina de percibir si la oposición que el PP hace en esta materia, con la importancia que le da, ayuda o no a derrotar al terrorismo. Yo opino, tratando de eliminar en la medida de lo posible mi adscripción ideológica –que también la tengo, como cualquier hijo de vecino-, que hacer oposición en materia de terrorismo a los que más ayuda es a los propios terroristas. ¿Puede verlo así también una gran parte de la población sin una adscripción ideológica definida? No lo se, pero si es así, ¿Por qué se empecina el PP tanto en esta materia? ¿Le es positiva electoralmente esta estrategia? Ahora no lo sé. Otro tema estrella fue el de la inmigración: sobre esta materia ya conocéis mi opinión y creo que hay mucha más demagogia que soluciones claras. También se habló de Educación, materia de la todos los ciudadanos estamos hasta las narices porque los políticos han sido mas destructivos que constructivos, y materia, además, como la única posible de solucionar posibles conflictos derivados de la inmigración, y se volvió a la demagogia. Se han andando los partidos políticos derribando leyes unos a otros y se han tratado de hacer leyes que son más políticas que otra cosa. No voy a hacer loas a la LOGSE, porque en ella veían los del PP que era una norma política, aunque se que sus autores espirituales fueron técnicos y no políticos: Palacios y Marchesi, los mejores y más reconocidos especialistas en psicología evolutiva que hay en España. En esta materia soy inflexible porque pese a ser un tipo liberal como soy, y además progresista, mi punto número 1) es que la educación ha de ser pública en toda su magnitud y se debe llevar un importante presupuesto en material. Hasta que los partidos políticos no alcancen un acuerdo en esta materia voy a ser incrédulo de las eficacia de ambos partidos políticos mayoritarios, que para mi es nula, y de la política en general en este país. Si me llamó la atención el sms que dejó Saramago –uno de mis escritores predilectos- para la Cuatro y que leí mientras hacía Zapping por las cadenas “No olvidemos la educación para la ciudadanía: Rajoy la necesita”. No se si será la asignatura de educación para la ciudadanía, y no opino aquí sobre si la necesita Rajoy o no, pero lo que si necesitamos es un sistema educativo para la ciudadanía, y no porque lo necesitemos – la sociedad española es muy sabia como ya lo ha demostrado cada vez que ha ido a votar – si no porque los partidos políticos han de cambiar el Chip y así dejen de tratar como tontos a los que realmente lo son porque estos se extinguirán: A lo mejor es eso, que no quieren que los tontos se extingan y por eso no llegan a un acuerdo en materia de educación, ahhhh, eso es.

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