viernes, 12 de septiembre de 2008

Que cuajo Sr. Presidente

No soy yo de los que hable antes de haber pensado algo, o bastante, sobre lo que digo. No suele ser habitual esto, en cambio, entre algunos de los que nos hablan de política en forillos vecindones: es un hecho que me consta. La primera parida que le se ocurre a algún politicuatre se transforma en latiguillo, y el latiguillo se convierte en correazo a las inteligencias y aplauso de orejones. El latiguillo ¡Ay el Latiguillo! Cuando vean ustedes a un político usarlo y de boomerang vaya al vulgo, y del vulgo a la elite, tengan cuidado, los estultos buscan arripantangarse en el trono del Poder. Veo que mis opiniones pueden parecer heterodoxas, como heterodoxo era el heteróclito Sócrates: pero no tanto como el diluvio de tonterías que amenaza siempre el horizonte, torrencial como panza de nube gorda. El latiguillo, no voy a poner muchos ejemplos, son de sobra conocidos, con dos nos vale: “Váyase usted señor González” o “España va bien”. Pero dejemos los latiguillos a los demagogos y a su panda de corifeos tertulianos de brocha gorda, y veamos que se cuece hoy por las páginas ínclitas de la prensa de esos prelados, gordos, viejos, inhábiles que tanto detestó Erasmo, el primero de la clase, allá en el cristiano humanismo. Siguen los periódicos obispales y las ondas parroquiales haciendo oposición política, faltaría plis, contra el ZP. No les gusta la moral de que cada cual se marque en su libre reflexión y, por tanto, prefieren la suya: la de sus santos. Así que a mover la carraca, para que se les oigan fuerte. Y tienen derecho. Aunque no razones. Ahora la moda es la de llamar “populista” a Zapatero y que sus ideales de lanza en astillero son puro “trade mark”; lo compararan con Charles Foster Kane, William Raldolf Hearst, Hugo Chávez y hasta, cagénse, con Berlusconi. Curiosa postura de los que viajaron a Trento en borrico, que ahora, calvinistas ellos, están con los de la “Kirvi Corporación”, el que te vende el aspirador, el “mather triper” de la tienda en casa y si te pones no hacen afrenta estigmatizadora contra “el interés”, invento judío, como hicieron en nuestro barroco inquisitorial. Pero hábleles usted de eso a la caverna y diles que la teoría de “Public Choice”, la economía política, el mercado de los votos y la democracia mercadotécnica es de Buchanan: sus nuevos aduladores neoliberales “made in USA”. Y ¿Saben que contestan? Endeluego y ¿mande? ¡Como andan de perdidos! Andan, sin embargo, pidiendo soluciones claras e intervenciones malabares en esto de la economía; sin embargo son ellos los que piden, precisamente, que los mercados se las compongan como puedan, que cuando se acabe la canción cada cual busque su silla y el que se quede con el culo al aire: ¡ah! ¡Se siente! ¡No al estado benefactor! Los parados son carne de parrilla que tienen una utilidad justificada: echárselo en cara a los presidentes de Gobiernos socialistas. Cada cual echa en cara lo que quiere y lo que tiene más a mano. Solo se, y los se de buena tinta, que a muchos esto de las crisis económicas son lugar de oportunidades, como es la negociación de salarios, por ejemplo. Forma interesante para reducir costes, flexibilizar plantillas y ¡tolón, tolón! El eufemístico “flexibilización de las relaciones laborales”, materia económica de vital importancia, que consiste en convertir en civil, pacta sunt Servanda, el contrato de trabajo. El viejo tolón tolón de los viejos liberales. Esa sería una de las medidas que la derecha tomaría como primera pues no en vano fue la última que tomó en su día. “El trabajo como bien escaso” y la política como el ámbito de las oportunidades. Lo que yo creo es que la libertad se usa para lo que interesa: libertad para hacer lo que mis santos quieran con mis beneficios y en mis negocios. Por eso se pide al Estado que intervenga donde le conviene. Parece que se han dado cuenta en los periódicos que donde se hace pupa es en materia económica, y por eso van encendidos como mecha, por ese camino, viendo que lo del aborto, materia que interesa a curas y prelados, pero que a la sociedad por ahora, ni fu ni fa, por mucho fu que resopla por sus lineas. El motivo lo puso Zapatero, subiendo al estrado para decir, aquí estoy yo, compóngansela ustedes, que para ganar dinero en nada me necesitaron. Masoquista si que fue sí. Y se puso a huevo en los saeteros. Otros no hacen otro tanto, como la CEOE, el presidente del Santander y un puñado más de responsables directos de lo que ocurre cuyo cuerpo está en el lugar adecuado: en posición supina para recoger las monedas que caen en los balances a manos juntas. Es tiempo de crisis. Valerosos adalides estos si que populistas politiqueros: la cara la ponen otros - sus políticos - las firmas las escriben otros –sus periódicos- , el culo los ponen otros - sus trabajadores despedidos, carne de trinchera-, y las manos, como en escudilla, ellos. Y si no lean sus balances. En el registro mercantil se encuentran a disposición del público interesado. Y Zapatero en el atril dando explicaciones. Que cuajo. http://www.abc.es/20080911/opinion-firmas/zapatero-ante-bang-20080911.html http://www.abc.es/20080911/opinion-firmas/culpa-bush-20080911.html

2 comentarios:

Ginebra dijo...

Jake, o veo doble o has editado la entrada dos veces, jejejeje. Está muy bien expresada, escrita, pensada y demás, pero con una nos habríamos enterado igual. Bueno besos.

Ginebra dijo...

Jake, o veo doble o has editado la entrada dos veces. Está muy bien pensada, expresada y redactada, pero con una vez ya nos habríamos enterado, jejejeje. Un beso