lunes, 19 de abril de 2010

Transición política española



No creo que la ley de Amnistía fuese, en sí, un gol que metieron a la izquierda española. El proceso de la transición política, con lecturas más complejas, aún, es, en su esencia, sencillo: un pacto entre franquistas y entre comunistas – o al menos el buró político -, que desde tiempo atrás, pedían “la reconciliación nacional”. Si el pacto fue un gol fue por una circunstancia básica: se jugaba en desventaja y en campo contrario. España era, sociológicamente, franquista. El régimen, con sus diferentes familias políticas –también enfrentadas por el Poder, se situaba en todos los aparatos del Estado: en las fuerzas armadas (ejército y policía político-social) y en las oligarquías económicas y financieras (generadas, ampliadas y mantenidas en el mismo). Las izquierdas españolas del interior eran, básicamente, por un lado-en su masa- falangistas. Y que como masa política se comporta: pudo oscilar su voto del CDS, al PSOE y al PP. Por otro, un encomiable "exilio interior" que había sufrido muy mucho el franquismo. La política del entrismo, junto a la de reconciliación nacional y el pacto con la Iglesia (las tesis del cristianismo aliada del marxismo resultaba una política hábil en Nicaragüa, por ejemplo, en la oposición a Somoza), eran la mantenida por el PCE. Pero la oposición política al régimen no era lo suficientemente fuerte: pese al movimiento estudiantil, el crecimiento del PCE, y jóvenes con compromiso político. El PSOE es un izquierda creada desde dentro del régimen, cuya tesis, al agrado de la secretaría de Estado norteamericana, es la que triunfa en Surresnes. El PSOE del exilio era un reducto, comprometido, pero sin fuerza política. Lo queramos, o no, nos guste, o no, el España era, sociológicamente, franquista, por mucho exiliado interior que hubiera y oposición democrática. Eso no desdice que hubiera una efervescencia democrática y antifranquista enorme: pero no lo suficientemente fuerte como para dejar que Franco muriera en su cama con la espada en la mano. El apoliticismo español, reducto del franqusimo, pese a la efervescencia, era muy fuerte también. Básicamente el franquismo estaba débil internamente. Pero no por efecto de la oposición: y lo suficientemente fuerte para que el pacto de amnistía fuese el que fue. A los no nacidos durante el franquismo lo que choca es la tremenda mentira política en la que consiste todo el entramado: al observar que el franquismo se perpetúa. En especial tras el rearme ideológico del PP y su “refundación”. Quizá eso sea lo que esté en cuestión: para los treintañeros, una nueva generación de demócratas de izquierda, le sorprende la existencia de una derecha franquista, y que esta se perpetúe: todo fue porque hubo “reforma” y no “ruptura”. Las camisas azules se limpiaron, se guardaron, se colocaron en el armario, y aparecieron esplendorosas camisas nuevas demócratas. Y de ahí se desperdigaron entre la clase política del PSOE y PP. Ciertamente, tiene sus bases en la izquierda, y una generalización, que no desdice que España era sociologicamente franquista: y que muchos votantes que dieron la mayoría absoluta al PSOE por primera vez, se encontraba en esa masa sociológica. A una nueva generación, la ya no tan bisoña, nacida en 1970 en adelante, está poniendo en cuestión el modelo, al que curiosamente, defienden exfranquistas y gentes que no movieron un pie para lo que puede parecer moralmente lo correcto desde el punto de vista democrático - la ruptura del franquismo-, alabando la democracia que “el pueblo” se dio. Lo curioso del caso es que “la izquierda democrática” era el PCE, mucha de ella nutrida del Mayo Francés –los jóvenes-, y otra parte, los históricos, ocupando el Poder. Yo creo que el sentido de “democracia” comunista es muy diferente de la llamada “la democracia burguesa”. Y en esa tesitura se pacto la Ley de amnistía: las élites franquistas y el buró político del PCE “demócratas comunistas”, pactando la legalización del PCE, a cambio de la rojigualda, Don Juan Carlos y la Amnistía política. A lo mejor sí que fue un gol. Pero es lo que hay, en un periodo histórico de muy importantes matices. Todo ello con un clima de violencia política, atentados terroristas, represión policial, la extrema derecha dando caña, El estado ejerciendo terrorismo de Estado, fusilando por crímenes políticos, la ETA y los GRAPO asesinado. ¿El Pueblo dónde estaba? ¿En las canciones de Jarcha tal vez? Aunque se comprende y admira a todos los que lucharon contra el franquismo y fueron encarcelados y sufieron represión. Pero se repite, basicamente, España, por las razones que fuera, era socilogicamente franquista. Y en esa tesitura se realizó el pacto de amnistía. El clara desventaja para la oposición politicamente comprometida. Y así luce el pelo al régimen político actual, y sus carácteres de oligarquía política. Hay un argumento que señala: "No se puede cuestionar la transición y el pacto del franquismo y las fuerzas de oposición (no sólo el PCE) es intocable." Pero es que Relmente la única oposición que al franquismo le daba cagalera era el PCE. Las demás fuerzas de "oposición" las tenía controladas. Solo la transición era posible si el PCE pasaba por el aro. Y pasar pasó.

9 comentarios:

paredes dijo...

En los últimos años del franquismo, aunque el psoe no existía en la brega, había bastantes movimientos obreros y estudiantiles.Los que más suenan son los del pce, pero había bastante unidad de izquierdas antifranquistas y por la ruptura.El principal movimiento claudicó y el resto, unos siguieron dando caña al pce y otros tragaron, pero en definitiva se resquebrajó el movimiento obrero y se dejó la cosa izquierdosa en manos de los burócratas del pce.Los votos de la llamada izquierda se los llevó el psoe en las primeras elecciones, por eso del miedo al coco comunista que los aparatos de propaganda,bien pagados por el capital español y foráneo, del psoe y la derecha se encargaron de difundir.
La izquierda o es movimiento ciudadano de base, o no es.Lo de dejar las cuestiones en manos de políticos profesionales, está más que visto que conduce al apego a los sillones , de los políticos, y a la desilusión y el pataleo de las mayorías.
nadie regala nada, todo son conquistas a base de lucha.Las urnas son el gran engaño del personal.

Jake dijo...

Muchas gracias por tu opinión personal y apreciación y sabiduría. No tengo tan claro lo de que las urnas son el gran engaño del personal. Eso si, veo que los poderes fácticos manejan eso a su antojo. La ley electoral, pre-constitucional, desvirtúa el procendimiento. Pero es que no termino de ver que alternativas, ya no en EspañA, si no en global. Estoy leyendo, en estos momentos, una de las más esclarecedoras lecturas que he realizado hasta la fecha, que trata de elementos que mantienes: en "El hombre rebelde", de Camus. Quizá sea que desde Lenin, en el Estado y la Revolución (1917), se desvirtuó el proceso socialista que profetizó Marx. Quizá porque Marx quedó superado pronto por el imperialismo aplastante de la técnica, que venía a llevarse el mundo por delante furibundamente. Lenin advirtió que "la autocracia" era el enemigo y no "la democracia burguesa" -que había de caer por el sujeto colectivo llamado proletariado-. Para derribar la autocracia, que se sustentaba en policia militar, exigía "revolucionarios profesionales", una red de agentes, monjes de la revolución. Me gusta tu afirmación: "la izquierda o es movimiento ciudadano de base, o no es". Quizá desde Lenin dejó de serlo, y que las "autocracias" parason a los "totalitarismo". Todo lleva a dos siglos, el XIX y el XX, que van desde la rebelión metafísica e historica, hasta la desmesura. El triunfo último del nihilismo a mediados del siglo XX. la revolución Rusa fue lo peor que le pudo pasar al movimiento obrero: se dejó al partido, y no a los ciudadanos de base, llevará la voz cantante de la revolución. Con la III internacional se siguó una vía del socialismo que llevó a la fractura. En fin, un placer.

Jake dijo...

Kabila me responde, sobre este asunto, lo siguiente. Gracias a ambos, a Kabila y a paredes, por sus enseñanzas. "Jake, te digo lo mismo, no me refería a los popes de la izquierda, sino a los que querían que salieran los presos políticos de la cárcel. Por otro lado, yo no creo que sociológicamente España fuera franquista. Yo he vivido esos momentos y había una efervescencia democrática y antifranquista enorme, lo que sí ocurre es que los franquistas tenían la sartén por el mango (El Estado) y se aprovecharon de la condición pactista de los líderes de la izquierda, uno que quería el poder como fuera y el otro que vendió sus convicciones y principios por un plato de lentejas (legalización y poder entrar en el juego político), y así nos ha ido. Hoy, con perspectiva histórica creo sinceramente que se pudo hacer más, mucho más. Teníamos toda la comunidad internacional a nuestro favor...
Y si la derecha franquista se perpetúa es porque ha conservado el poder político y sobre todo económico y añora esos tiempos donde campaba por sus lares."

RGAlmazán dijo...

Jake gracias por citarme. Y sí, no me extraña que a tí te extrañe que todavía haya esa fuerza franquista. Es fruto de no haber cerrado las heridas y de que siguen creyéndose vencedores los herederos franquistas por no haber sido juzgados en su momento, y se crecen...

Salud y República

Sigi dijo...

Yo creo que el PCE no tuvo otra salida, mas que la de pactar con Adolfo Suárez, para poder legalizar al partido. El maldito golpe militar de Franco y, sus secuaces, que destituyeron un gobierno legítimamente elegido y constituido nos llevó a una maldita y sangrienta Guerra Civil. Pero lo peor vino después de la guerra. La tremenda y vengativa represión que sufrieron las gentes de izquierdas, no afines a los vencedores, que siguieron intentando luchar contra el sanguinario dictador. De esta izquierda que fue perseguida y asesinada, muchos se pasaron a la derecha, por miedo a las represalias y a ser ejecutados. Los que no lo hicieron tuvieron que vivir el exilio o el total anonimato. Tras nuestra Guerra Civil y tras la II Guerra Mundial, la izquierda interna y la exiliada mantuvieron la esperanza de que aniquilado el fascismo Nazi, Europa destituiría al fascismo español de Franco, pero nadie contaba que las dos mayores potencias militares del mundo, EEUU y URSS, aliadas para derrocar el Nazismo, entrarían en una lucha armamentista y militarizada para demostrar quien era mas poderoso “La Guerra Fría”. Dio la mala casualidad que España estaba en la parte occidental de Europa, controlada por EEUU que defendía un modelo capitalista y a EEUU no le convenía, ni pizca, derrocar a Franco y que nuestro país volviese a ser de izquierda, aliado de la URSS, por eso, Franco, aunque aislado del mundo entero y condenado de fascista y dictador se mantuvo a sus anchas en el poder, sin ser molestado, durante cuarenta años y cualquier movimiento de izquierda que intentase resurgir en esa Europa capitalista, era automáticamente acallado.
Muerto Franco, el PCE, junto con otras fuerzas de izquierda, vieron la oportunidad de volver a resurgir y volver a formar parte de la vida política española, pero como el PCE aun era un partido ilegal, a mi entender, creo que no tuvo otra salida que la de pactar con un nuevo gobierno “moderado” como era el de Adolfo Suárez, para legitimarse como fuerza política.

Jake dijo...

Gracias Sigi, por tu comentario. Así es.

paredes dijo...

Resultado:El PCE se quedó en testimonial y la democracia no ha pasado por estos lares.
Reitero que las urnas sirven para legitimar a verdaderos inútiles en su inmensa mayoría-los políticos-, y con ello para que el capital siga moviendo los hilos de las marionetas-políticos-a su antojo y para su beneficio insaciable.
El pueblo, se desahoga con las urnas como con el fútbol:Mero espectador, sufridor y pagano.

Jake dijo...

Si, entiendo lo que quieres decir. En este nuestro país el sentido del voto, al consistir en una ley pre-constitucional el sistema electoral, no sirve para significar el límite al Poder. El sufragio universal tiene sentido en “un hombre un voto” y que este sirviera para echar del Poder a quien lo tiene: como límite al mismo. La ley electoral pretendía eliminar a los partidos minoritarios nacionales y reformar los nacionalismos, tanto español, como periféricos, de talante conservador (PNV-CIU), y conseguir eso que llamaban la “vertebración de España”, con un difícil encaje, basado en el pacto, entre esos nacionalismos, vía autonomismos. El PCE se hizo el haraquiri, más que nada por entrar al trapo, no tanto en la rojigualda, Don Juan Carlos y la democracia parlamentaria, como en aceptar el sistema electoral. Pensaba, quizá, en tener una fuerza electoral potente o pensaban, quizá, que el sistema político español consistiría en cuatro partidos, más dos nacionalistas. El PCE, posteriormente, también se escindió. Y al final Carrillo volvió al socialismo, de donde salió en su juventud. Líster creó un partido comunista de carácter leninista. Carrillo empezó hablando de eurocomunismo, y terminó donde empezó, con 17 años. Líster escribió un libro titulado: “Así destruyó Carrillo el PCE”. Pero muy posiblemente el PCE lo destruyó, con anterioridad Stalin. O incluso Lenin, en su anterioridad. Quizá ya nació viciado por la III internacional. Carrillo hubo del volver de donde salió: quizá el apoyo a la II internacional estuvo la vía al socialismo y la toma de poder por vías legales, que no revolucionarias. Pero entonces aquellos eran llamado social fascistas. El PCE desapareció, además, por el proceso de descomposición de PCUS en las épocas de Gorbachov-Yeltsin, tras el absolutismo totalitario estalinista y la dictadura del PCUS anterior a Gorbachov. La vuelta al zarismo de Rusia, con Putin. La revolución cogió un mal modelo con Rusia. En España se pugnó por tres modelos revolucionarios: el anarquista, el poumista y el comunista del PCE.

Jake dijo...

Quedando el socialismo, al final expulsado del poder. El España se produjo no solo una Guerra Civil –y por eso hay que dejar de mitificarla- sino una de las revoluciones más profundas del siglo XX, pero más débiles políticamente. Pero Carrillo, y en el PCE, trataron de desmarcarse de los soviéticos en los 60. Cosa que no quería Lister, que ponía a Carrillo a caer de un burro. No es posible entender lo que pasó con el PCE aislándose de la situación internacional. Me explico, el PC, no solo el español, sino el PC como símbolo, como partido, en todos los países del mundo, no eran partidos tradicionales: sino que se comprenden mejor cuando uno empieza a verlos como una estructura mayor, la Komintern (o III internacional). Con el avance del fascismo las directivas de Moscú cambiaron radicalmente. La expansión de la revolución debió ser postergada, siendo prioridad la lucha antifascista, por lo que la organización en sí, con todas sus células (los PC's) se volcaron directa y abiertamente a combatir al fascismo, con la característica forma de organización soviética (burocrática) como base.
Ahora bien, terminada la II guerra mundial, la URSS se embarcó en la guerra fría con EEUU, de manera que para mantener un equilibrio que evitara un intercambio nuclear completo, fue menesteroso solapar la política revolucionaria, por lo que la komintern fue oficialmente desintegrada. No obstante, los PC's siguieron existiendo, respondiendo a la misma base estructural: células de una superestructura con base en Moscú. Stalin muere, y Kruschov desestaliniza, alejando aun más a la URSS del marxismo tradicional. Y los PC's, lógicamente, respondiendo a las directivas del Kremlin, también se desestalinizan. Así es como llegan al poder personas como Carrillo, no siendo el caso español único, ya que todo alrededor del mundo, en pocos años, se producen terribles escisiones en los partidos comunistas, dividiéndose entre pro soviéticos (a favor de Kruschov y el comunismo de la URSS), y estalinistas-maoístas, más radicales, más revolucionarios, considerados por muchos como los verdaderos herederos del marxismo (más allá del trotskismo, que desde hacía tiempo que no veía en la URSS, ni en cualquier cosa que provenga de ella, como el régimen de china, nada que tuviera que ver con Marx).
Así llegamos a la transición con un Partido Comunista Español, enfrentado con el Partido Comunista Obrero Español del comandante Líster, que regresaba de su largo exilio en Moscú (donde, sea dicho de paso, realizó carrera militar, participando en la heroica lucha antifascista del pueblo de Stalingrado). Yo creo que históricamente hay que entender que la Guerra Civil Española fue mucho más compleja, y rica en matices, que un golpe de Estado criminal y una oposición popular o “del pueblo”. Fue el lugar donde se dirimieron todas y cada una de las ideologías del momento: las antiguas y las modernas.