UN PLAN DE ESTUDIOS
TEOLOGICO UNA FACHADA ÚNICA.
La fachada de la Universidad de Alcalá de Henares está construida en
“estilo purista”, que es una evolución del plateresco, pero menos
recargado. En ella aparecen figuras de la Grecia Clásica junto con
figuras de la religión cristiana, donde se muestra el espíritu
“Humanista” de la Universidad y de “Renacimiento”. Tras el Concilio de
Trento se prohibió que tales ornatos fueran colocados. Por ello la
Universidad Cisneriana es singular en la muestra del “Renacimiento
español”. La fachada muestra cual va a ser el plan de estudios de la
misma. Lo que va a caracterizar a esta universidad va a ser el estudio
de la Teología como estudio fuerte, frente al Derecho o la Medicina. Por
ello, va a partir de “Colegios Menores” en el que se van a preparar
gramáticos, artistas (filósofos), sumulistas (Lógicos) y trilingües
(griego, latín y hebreo), donde se conseguían los títulos de bachiller.
Cada colegio específico lucía un manteo de diferente color: con lo cual,
el colorido de estudiantes en las calles complutenses era un atractivo
en la época, pues toda la ciudad era una ciudad Universitaria y al
servicio de la Universidad Posteriormente se cursaba Teología en el
“Colegio Mayor de San Idelfonso”, cuyos colegiales de manteo largo no
mostraban los pies -a diferencia de los colegiales de otras
instituciones-. La característica de la Universidad Complutense radicaba
en que había tres cátedras teologales, a diferencia de otras
Universidades, y el estudiante podía elegir entre ellas. Estas tres eran
la Tomista, la Nominalista y la Escotista. Esto significaba una novedad
impactante, pues la Universidad se ponía en la vanguardia educativa y
filosófica de Europa, e imprimía una novedad frente a la escolástica
medieval que se cursaba en París. La idea de Cisneros es la educación
religiosa humanista, pues el medioevo dio lugar a que la religión se
convirtiera en una “sopa caliente” donde se entraba en las reglas
monásticas por y para ella. Así abundaban las reglas y las oraciones,
pero si verdadera Fe ni conocimiento: El analfabetismo en letras era la
auténtica regla. Otro motivo era el desconocimiento de las “Sagradas
Escrituras”, pues la única posibilidad era la Vulgata de San Jerónimo:
una traducción del griego al latín plagada de errores. Así, pues
Cisneros tratará de crear una institución de filólogos, humanistas,
gramáticos y traductores que se pongan manos a la obra para restituir la
Biblia. Y se engendra la maravilla: la Biblia Políglota Complutense. La
primera Biblia “científica” de la historia. Con esa pléyade de eruditos
nace la más impresionante imprenta del renacimiento: La imprenta en
Alcalá, no por ser novedosa, sino por el nivel de las impresiones y los
libros humanistas que se editan en ella encumbrarán a Alcalá en el
centro intelectual de toda España en el siglo XVI. El ideal de los
estudios teológicos complutenses son los de “la Reforma”: Y para ello,
la vuelta a la patrística. Así, vamos a recorrer la fachada. En color
gris se encuentran unos asientos de piedra, donde se sientan los aún no
matriculados. El cambio de color será para los que inicien los estudios,
cuyas bases son los padres de la Iglesia, con cuatro medallones a los
que será imprescindible leer, con el objeto de restaurar las olvidadas
fuentes del cristianismo: San Ambrosio, San Gregorio Magno, San Jerónimo
y San Agustín. Sobre esos pilares se centra la base de los estudios y
por eso están situados en la primera planta. Y sobre esos pilares se
accede a “la puerta de la sabiduría”, que es como se llama la entrada al
recinto, en base al ideal franciscano, que rodea la puerta con el
famoso cordón de sus túnicas. En la segunda planta nos encontramos dos
“atlantes” (figuras mitológicas griegas) que sujetan “las columnas de la
sabiduría”. Y dos alabarderos custodian la ventana de la biblioteca: en
la simbiosis de “las armas y las letras”, donde las armas se hacen
custodios de la misma. La ventana de la Biblioteca es el lugar central
de la fachada: su corazón. En aquella biblioteca hay un impresionante
legado traído por Cisneros –Obispo de Toledo- de Filosofía árabe, tras
la conquista de Granada, así como la ingente labor que los traductores
de Toledo que quedan reunidos allí. Hacia arriba se van recogiendo toda
la iconografía cristiana, como puede verse en el vídeo, donde se
formarán sabios (Atenea) para proveer al imperio de teólogos formados,
representado con el escudo de dos cabezas (América y Europa). El
estudiante deberá cumplir “los diez mandamientos”, que son las diez
ventanas. E iluminando la plaza diez antorchas de fuego en piedra, que
son las antorchas del pentecostés, con unas figuras que simbolizan en
paso del tiempo. El punto álgido será la llegada hasta la sabiduría,
donde se encuentra Dios, con una esfera en las manos y bendiciendo a los
que miran la fachada. Y el punto más alto de la sabiduría es el crismón
con la inscripción IHG. Dios, Hijo y Espíritu Santo. El ideal es formar
un clero erudito... humanistas... !sabios!. Y por ello Cisneros quiere
traer a Erasmo de Rotterdam, que será el modelo de erudito que busca la
Universidad, así como el modelo de cristianismo que desea: un
cristianismo sabio, un cristianismo erudito, un cristianismo que lee
directamente la Biblia, un cristianismo menos ritual y más responsable
en el ideal de la “Vita Christi” erasmista y en “Enchiridión”, manual
del cristiano, que exige una responsabilidad vital, ética, epicúrea,
donde los ritos no se constituyan en “el centro” del cristianismo. Pues
bien, ese ideal se verá trufado en el siglo XVII con la
“Contrarreforma”. En la plaza de la Universidad saldrá un feroz
adversario: Las órdenes religiosas de la contrarreforma: de cada puerta
de salida caerá el espadón de una orden religiosa. El ideal cristiano de
la sabiaduría clásica contrareformado y vuelta a los ritos sagrados y
rituales: la oración, las letanias, lo sacro convertido en oscuridad y
tenebrismo: de la Luz, a la oscuridad del barroco. En conflicto
teológico que está servido, y en las calles de Alcalá con luz propia.
Saliendo por “la puerta de la sabiduría” se coloca el espadón jesuita,
que tomará en Poder no solo la plaza, sino la calle de Santiago.
Saliendo por la puerta de carruajes: el convento de la Magdalena. La
Universidad ha sido sentenciada, y el humanismo cristiano herido de
muerte. “La Reforma” destruida. Ni erasmistas, ni luteranos, ni
calvinistas: conventos, órdenes, ritos, misas en latín, pasos de
procesión infernales. Nada de ateneas ni de atlantes: cristos
crucificados, dolorosas, tambores, beatos, educación dura de
seminaristas, jesuitas muy formados, pero muy dogmáticos.
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