jueves, 29 de enero de 2015

DESCRIPCIÓN DE LA FACHADA DE LA UNIVERSIDAD CISNERIANA:

 UN PLAN DE ESTUDIOS TEOLOGICO UNA FACHADA ÚNICA.

La fachada de la Universidad de Alcalá de Henares está construida en “estilo purista”, que es una evolución del plateresco, pero menos recargado. En ella aparecen figuras de la Grecia Clásica junto con figuras de la religión cristiana, donde se muestra el espíritu “Humanista” de la Universidad y de “Renacimiento”. Tras el Concilio de Trento se prohibió que tales ornatos fueran colocados. Por ello la Universidad Cisneriana es singular en la muestra del “Renacimiento español”. La fachada muestra cual va a ser el plan de estudios de la misma. Lo que va a caracterizar a esta universidad va a ser el estudio de la Teología como estudio fuerte, frente al Derecho o la Medicina. Por ello, va a partir de “Colegios Menores” en el que se van a preparar gramáticos, artistas (filósofos), sumulistas (Lógicos) y trilingües (griego, latín y hebreo), donde se conseguían los títulos de bachiller. Cada colegio específico lucía un manteo de diferente color: con lo cual, el colorido de estudiantes en las calles complutenses era un atractivo en la época, pues toda la ciudad era una ciudad Universitaria y al servicio de la Universidad Posteriormente se cursaba Teología en el “Colegio Mayor de San Idelfonso”, cuyos colegiales de manteo largo no mostraban los pies -a diferencia de los colegiales de otras instituciones-. La característica de la Universidad Complutense radicaba en que había tres cátedras teologales, a diferencia de otras Universidades, y el estudiante podía elegir entre ellas. Estas tres eran la Tomista, la Nominalista y la Escotista. Esto significaba una novedad impactante, pues la Universidad se ponía en la vanguardia educativa y filosófica de Europa, e imprimía una novedad frente a la escolástica medieval que se cursaba en París. La idea de Cisneros es la educación religiosa humanista, pues el medioevo dio lugar a que la religión se convirtiera en una “sopa caliente” donde se entraba en las reglas monásticas por y para ella. Así abundaban las reglas y las oraciones, pero si verdadera Fe ni conocimiento: El analfabetismo en letras era la auténtica regla. Otro motivo era el desconocimiento de las “Sagradas Escrituras”, pues la única posibilidad era la Vulgata de San Jerónimo: una traducción del griego al latín plagada de errores. Así, pues Cisneros tratará de crear una institución de filólogos, humanistas, gramáticos y traductores que se pongan manos a la obra para restituir la Biblia. Y se engendra la maravilla: la Biblia Políglota Complutense. La primera Biblia “científica” de la historia. Con esa pléyade de eruditos nace la más impresionante imprenta del renacimiento: La imprenta en Alcalá, no por ser novedosa, sino por el nivel de las impresiones y los libros humanistas que se editan en ella encumbrarán a Alcalá en el centro intelectual de toda España en el siglo XVI. El ideal de los estudios teológicos complutenses son los de “la Reforma”: Y para ello, la vuelta a la patrística. Así, vamos a recorrer la fachada. En color gris se encuentran unos asientos de piedra, donde se sientan los aún no matriculados. El cambio de color será para los que inicien los estudios, cuyas bases son los padres de la Iglesia, con cuatro medallones a los que será imprescindible leer, con el objeto de restaurar las olvidadas fuentes del cristianismo: San Ambrosio, San Gregorio Magno, San Jerónimo y San Agustín. Sobre esos pilares se centra la base de los estudios y por eso están situados en la primera planta. Y sobre esos pilares se accede a “la puerta de la sabiduría”, que es como se llama la entrada al recinto, en base al ideal franciscano, que rodea la puerta con el famoso cordón de sus túnicas. En la segunda planta nos encontramos dos “atlantes” (figuras mitológicas griegas) que sujetan “las columnas de la sabiduría”. Y dos alabarderos custodian la ventana de la biblioteca: en la simbiosis de “las armas y las letras”, donde las armas se hacen custodios de la misma. La ventana de la Biblioteca es el lugar central de la fachada: su corazón. En aquella biblioteca hay un impresionante legado traído por Cisneros –Obispo de Toledo- de Filosofía árabe, tras la conquista de Granada, así como la ingente labor que los traductores de Toledo que quedan reunidos allí. Hacia arriba se van recogiendo toda la iconografía cristiana, como puede verse en el vídeo, donde se formarán sabios (Atenea) para proveer al imperio de teólogos formados, representado con el escudo de dos cabezas (América y Europa). El estudiante deberá cumplir “los diez mandamientos”, que son las diez ventanas. E iluminando la plaza diez antorchas de fuego en piedra, que son las antorchas del pentecostés, con unas figuras que simbolizan en paso del tiempo. El punto álgido será la llegada hasta la sabiduría, donde se encuentra Dios, con una esfera en las manos y bendiciendo a los que miran la fachada. Y el punto más alto de la sabiduría es el crismón con la inscripción IHG. Dios, Hijo y Espíritu Santo. El ideal es formar un clero erudito... humanistas... !sabios!. Y por ello Cisneros quiere traer a Erasmo de Rotterdam, que será el modelo de erudito que busca la Universidad, así como el modelo de cristianismo que desea: un cristianismo sabio, un cristianismo erudito, un cristianismo que lee directamente la Biblia, un cristianismo menos ritual y más responsable en el ideal de la “Vita Christi” erasmista y en “Enchiridión”, manual del cristiano, que exige una responsabilidad vital, ética, epicúrea, donde los ritos no se constituyan en “el centro” del cristianismo. Pues bien, ese ideal se verá trufado en el siglo XVII con la “Contrarreforma”. En la plaza de la Universidad saldrá un feroz adversario: Las órdenes religiosas de la contrarreforma: de cada puerta de salida caerá el espadón de una orden religiosa. El ideal cristiano de la sabiaduría clásica contrareformado y vuelta a los ritos sagrados y rituales: la oración, las letanias, lo sacro convertido en oscuridad y tenebrismo: de la Luz, a la oscuridad del barroco. En conflicto teológico que está servido, y en las calles de Alcalá con luz propia. Saliendo por “la puerta de la sabiduría” se coloca el espadón jesuita, que tomará en Poder no solo la plaza, sino la calle de Santiago. Saliendo por la puerta de carruajes: el convento de la Magdalena. La Universidad ha sido sentenciada, y el humanismo cristiano herido de muerte. “La Reforma” destruida. Ni erasmistas, ni luteranos, ni calvinistas: conventos, órdenes, ritos, misas en latín, pasos de procesión infernales. Nada de ateneas ni de atlantes: cristos crucificados, dolorosas, tambores, beatos, educación dura de seminaristas, jesuitas muy formados, pero muy dogmáticos.

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