en respuesta a este artículo
1.- España no tiene una justicia
homologable y equiparable a las de otros lugares de Europa, básicamente porque
en 1976 no hubo ruptura con la Dictadura, y por tanto, los funcionarios de justicia Jueces y
magistrados que no se opusieron a un Régimen injusto continuaron en sus
funciones. No hablemos de la separación de poderes, pero no creo que en Europa
se dé un caso semejante de jueces que se pasan de apoyar la dictadura católica
y personalista de un dictador a una “Democracia”.
2.- España tiene unos políticos
que no desmerecen a los europeos. Con la salvedad de que el partido conservador
español fue fundado por un ministro de un Dictador. Cosa que no ocurre en otros
países.
3.- Que unas regiones quieran su
autodeterminación no debería ser ningún problema salvo para quien así lo vea,
puesto que es un el derecho de libre
determinación de los pueblos o derecho
de autodeterminación viene reconocido por la Declaración de Derechos Humanos.
4.- España no tiene un sistema político enteramente democrático, puesto
que no hay separación de poderes, ni un sistema electoral en virtud del cual
cada voto valga lo mismo, ni un fiscal elegidos mediante votación popular. La
causa fue un pacto constitucional entre la clase política del franquismo para
beneficiar a los nacionalismos periféricos conservadores: Aquellos que se
rindieron en Santoña (PNV) o apoyaron la sublevación (Lliga-CIU) en 1936.
5.- Las Comunidades Autónomas fue un café para todos; “ O jodemos todos, o la puta al rio”, dijeron.
Y todos se dieron a la buena vida.
6.- La Constitución Española fue una carta otorgada que se votó de la
misma manera que los referendos durante el franquismo. De hecho Franco dejó
atado y bien atado a quien pasaba la espada que llevó a Santiago, cuando entró
bajo palio, por eso ganó por goleada. Por eso y porque la Educación, los medios de comunicación y el
mundo editorial pertenecía todo a gentes que había defendido el régimen.
7.- Al asunto de los profesionales preparados ya le han contestado: muchos está ahora fuera de España
y son muy apreciados. Lo que faltan son empresarios que no vengan con la moral
del franquismo, el opusdeísmo, el pocerísmo y el barralismo (como los de
Coslada). Empresarios que son legión y que le han dado al cemento y el ladrillo
sin ton ni son.
7.- La Iglesia sigue conservando el Poder porque Monarquía e Iglesia son
conceptos unidos. De hecho lo que el Opus perseguía era no repetir el antiguo
artículo 26 de la constitución republicana. República es a estado Laico como
Monarquía lo es a estado “confesional”, véanlo o no algunos sedicentes que
gustan de hacer lo blanco negro y lo negro blanco.
8. La integración Europea se basa en un discurso único que se basa en las
Economías de Mercado (no confundir con Comercio) y en la banca privada como
motor regulador de esa economía de mercado. El PSOE del exilio fue traicionado
y organizado desde el Opus para realizar esa tarea.
9.-Evidentemente, somos más pobres. Y además, más tontos. El sistema de
educación concertada religiosa es el mal de la Educación. En el siglo XVII un
predicador protestante no casaba a dos novios si no sabían leer la biblia.
Muchos abuelos nuestros en los cuarenta se casaron y firmaron con una X. muchos
padres nuestros sabían poner su nombre: Les enseñó la misma maestra que tenía
por texto la Enciclopedia Álvarez.
10.- España nunca tendrá concordia en cuanto al sistema educativo. Pensar
lo contrario es una pardillez. Los intereses de la Iglesia nunca lo permitirán.
11.- España no caerá ni en el anarquismo, ni en la acracia, ni en
comunismos superados. Eso solo ocurrió una vez por obra y gracia de unos
generales sediciosos que levantaron y arrostraron diferentes pasiones con
diferentes nombres. España es un país Cainita, ya escribió Unamuno en su Abel Sánchez las
razones.
12.- España, como siempre, es un país capaz de lo más avanzado y a la vez
del más reaccionario. Sin lugar a dudas, un gran país, lleno de cabestros,
falangistillas, cambiachaquetas, herederos de curas trabucaires, de Trento, y
de nostálgicos tardofranquistas y herederos. Pero, sin lugar a dudas, un país
donde las ideas del liberalismo político casi nunca han tenido lugar, salvo en
algunas honrosas cabezas, como Ortega, Unamuno, Clarín, Larra, Azaña, Giner. Un
país donde se recepcionó a Erasmo de Rotterdan para prohibirlo posteriormente.
España es así. Acción y reacción. Así ha sido siempre.
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