viernes, 31 de diciembre de 2010

El caliente verano de 1934



Son España e Italia países afines en su construcción social y política. Los fenómenos tales como los movimientos sociales en el periodo de entreguerras guardan similitudes importantes, con los graves conflictos obrero-campesinos; sin entender ese conflicto, como todo un conflicto de clases, es difícil de entender la situación política en la que se desenvolvió la II República. A la vez que en Italia surge el fenómeno del fascismo, financiado por una burguesía aterrorizada, en España, en la primavera-verano de 1934 las derechas católicas, organizadas a través de las derechas locales, y aliadas con los Radicales de Lerroux mantienen un pulso acerado en el campo español. Los campesinos prepararan antes de las cosechas una huelga en el campo, que es prohibida. El ministro de la gobernación Salazar Alonso mantiene un pulso de tintes brutales en el campo español, con la aquiescencia de toda la clase terrateniente, antigua depositaria del poder local, conocida como "caciquismo". El verano de 1934 el clima social es incandescente. Las organizaciones sociales campesino-obreras son desmanteladas. En la película Novecento, de Bernardo Bertolucci, podemos ver una escena que puede permitir entender lo que fue la conflictividad social en el campo en aquellos años.

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