miércoles, 2 de diciembre de 2009

Agua y cerezos: una búsqueda de sinergias imprescindible




Agua, Cerezos, ciudadanía y conocimiento: Una búsqueda de sinérgias imprescindibles.


Agua, Cerezos, ciudadanía y conocimiento: Una búsqueda de sinérgias imprescindibles. Me ha parecido muy interesante la propuesta de constituir una plataforma ciudadana para el desarrollo del Valle del Jerte, al margen de instituciones públicas, como puede ser SOPRODEVAJE, - aunque éstas, como los Ayuntamientos o Mancomunidad, además de las asociaciones, participen en ella -. Aún estando en un estado embrionario la propuesta parece interesante, habida cuenta del inmovilismo que las instituciones plantean. Éstas, se acomodan a la rutina y se mueven, es un decir, en la rutina. Los planes de “desarrollo” se escriben con bienintencionados recursos públicos, buena preparación técnica y disposición del que lo realiza, para pasar a ser encuadernado y colocado en un cajón, ocupando espacio. Trabajo que se muestra como única función de “la planificación estratégica” para el Valle del Jerte que políticos, técnicos y gestores plantean: reposar en el cajón y que al poco tiempo han quedado como inutilidad. Cuando no son “Jornadas”, como las que se van a realizar en fecha próxima. Es mi opinión que uno de los déficits que encontramos es eso que ahora, en las “sociedades del conocimiento”, como las llaman, nos encontramos con un déficit en Capital Humano. Y en un problema aún más gordo: que o se está en "la sociedad del conocimiento", o no se está en ningún sitio: la diferencia está en ser una sociedad que genere talento. Aunque esas expresiones del moderno “managment” que a mí ya me causan, desde hilaridad, hasta zozobra - por ser ideas que parecen ya del otro siglo, como de hecho son- si es que no han sido toda la vida así, solo que con los cambios el conocimiento y el talento se convierten en elemtos diferenciales. De que sirve tener AGUA, si no hay talento para gestionarla. Efectivamente: creo que en el Valle existe una fuga de talento, - además de que no lo crea tampoco -, y en ello poco podemos hacer si no se revierte la situación, y nos pongamos manos a la obra desde la base, desde abajo, como muy bien parece anticipar esta Plataforma. A su vez el Valle tiene otras muy buenas ventajas y oportunidades: En especial la del AGUA, sí. Es la ventaja competitiva. La palabra “desarrollo” es compleja, y el problema al que nos enfrentamos es de un carácter aún mucho más complejo que el de aquellos historiadores de la economía nos colocaron. El asunto es muy complejo, sí, pero tampoco demasiado como para que no podamos hacer algo sobre él, como con muy buenas intenciones se entrevé para la plataforma; lo más atractivo de la propuesta es el que se pide participación de la ciudadanía y por ello resulta del todo mi agrado. Me parece que próximamente se van a desarrollar unas jornadas de “desarrollo” del Valle del Jerte y que se van a realizar en Piornal, pero mucho me temo que ese desarrollo es de la cabeza –por llamarla cabeza- a los pies, de arriba hacia abajo. Si mi percepción no me engaña la cosa por donde anda la plataforma es la de dar la vuelta a la cosa: que las ideas y la acción para el desarrollo vaya de abajo hacia arriba. Y eso es digno de elogio. SI uno de los déficit que advierto es la falta de “talento” no es tanto porque no lo haya, si no porque no lo descubrimos, porque no lo ponemos en el lugar adecuado para su desarrollo. Lo dejamos que sea impuesto desde arriba, y el de arriba, como digo, se acomoda a la rutina, a los dimes y a los diretes y a la política chusca. El problema al que nos enfrentamos es mayúsculo, pero no solo me refiero al Valle, que es una porciúncula pequeñísima de este planeta. Nos enfrentamos a cambios radicales que tan vez no seamos del todo conscientes, y es por ello que nuestros ojos deben estar amplios para advertir la que se avecina, aunque tampoco hay que ser agorero. La palabra “desarrollo” es una palabra optimista, y con optimismo siempre se debe enfrentar uno a las cosas. Pero hemos de ampliar ese concepto por otro más amplio, porque las cosas van a cambiar en este mundo de manera significativa y el Valle debe ponerse manos a la obra, organizarse desde la ciudanía y, como bien señalaron, no quedarse de manos cruzadas. Mucho me temo que “las crisis” van a ser repetidas, y detrás de una vendrá otra, hasta que cambiemos “de modelo”. El modelo de desarrollo no se sostiene; y por eso me parece bien que se empiece uno a movilizar desde la base para darles duro a quienes desde la rutina y el inmovilismo ven venir los acontecimientos, por decir que los ven venir. Los cambios históricos ya se empezaron a gestar hace una década, y aunque no se sabe cuál será el futuro, podemos mantener una postura de que no parece muy halagüeña. Es por ello que la iniciativa de la Plataforma me parece, diría, que hasta fundamental. Y no es de recibo que nuestras vidas privadas sean una serie de añagazas ante las que debamos quedarnos impasibles, y por eso aplaudo la iniciativa. Los” modelos de desarrollo”, quizá no sean la única vía, sino que todos y cada uno debemos reinventarnos ante los cambios, y en ese sentido tenemos un lugar privilegiado para vivir y para trabajar, como para que no se aporten ideas y no nos pongamos manos a la obra; Una reflexión añadida es advertir sobre que es lo que debemos entender por “desarrollo”, y no es para caer en terminismos, como no sea que se mejore “la calidad de vida” y la imagen que tenga cada uno de que signifique eso de “calidad de vida”; el Valle del Jerte es un lugar donde se puede vivir bien, y donde se pueden afrontar “las crisis” inevitables que vamos a sufrir. Como siempre, ante ellas, dos buenos lugares comunes son dos, la educación y la cultura, que parece que son poco importantes, pero que una plataforma "de desarrollo" tampoco puede desechar, porque estas son las formas a como se amplían la visión del mundo que se nos coloca ante nuestros ojos. El sistema va a cambiar, no cabe duda. El modelo mundial es insostenible. Soy optimista al tanto a la Cereza, por su calidad, e incluso del turismo, por nuestras aguas y paisajes, como certeramente se plantea por la plataforma; además hay que ampliarlo hacia nosotros mismos, uniéndonos a esos términos que denominamos “sociedad del conocimiento”, y que no es otra cosa que todos sepamos más y crear los lugares críticos - en el concepto de lugar de creación-, como puede ser una plataforma ciudadana, para que se cree esa masa necesaria para generar talento y conocimiento: que no es otra cosa que hacer las cosas como es debido: con la cabeza, con la reflexión y con la puesta en común. Otra palabra más es la de “concienciación”. No es tanto concienciación como educación, y ese término debería entrar en una Plataforma que exija y que, además, contribuya, a hacer ver con una amplitud de miras que no siempre es fácil de advertir, que el mundo está hecho unos zorros, como casi siempre ha sido, pero que ni “la paz Keynesiana” ni "el Neoliberalismo" se han mostrado como solución. Y es que muy posiblemente no haya solucion alguna como que no encendamos una lumbre y generemos conocimiento y talento a su luz. Encontrémosla nosotros mismos, encontrando placeres y organizándonos con sentido. Porque sí: mucho me temo, que el mundo al que nos vamos enfrentarnos, aquí, y en todo el planeta, se va a caracterizar por cambios caleidoscópicos a los que hay que estar al tanto y ojo avizor, para periodos emocionantes de la historia: para que no nos quedemos a trasmano de ella. Y es que los modelos de Cerezo y turismo se quedan ya muy cortos, aunque, debemos seguir apostando por ellos –yo soy el primero que lo hago- debemos añadirle uan visión más amplia para cada cual.

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