lunes, 7 de febrero de 2011

La serie 14 de abril, La República. Que sea una telenovela no implica su falta palmaria de rigor histórico

Cuando las cosas se hacen bien:





Cuando las cosas se hacen mal:

La telenovela que está emitiendo TVE bajo el título 14 de abril, La República, precisa de unas aclaraciones. En primer lugar hay que señalar que la serie es, no pidamos más, una telenovela. Su estructura fílmica, por tanto, está de acuerdo a tal formato televisivo visual. Ahora bien, habida cuenta que el relato se ambienta en un periodo histórico de particular transcendencia histórica, lo menos que se podía hacer era documentarse fielmente sobre los hechos históricos en los que se desenvuelve la acción. Aún son muchas las consecuencias derivadas de aquellos años y la posterior Guerra Civil Española que perduran como para que el tratamiento no se haga con el respeto que merece: Memoria Histórica, Fosas, Juez Garzón... así como las interpretaciones y reinterpretaciones nunca zanjado que sobre el periodo se hace. Es por ello que, al menos, y que sea una telenovela no lo excusa, se haga un relato lo más aproximado a los hechos. Las intenciones fílmicas son buenas, rizando el rizo pues la comparanza es excesiva, pues intenta lograr efecto cinematográfico (la fotografía por ejemplo), pero no hay más cera que la que arde, y una telenovela es una telenovela: algunas escenas del el conflicto social se encuadran a modelos ya conocidos, como Novecento, e incluso el ambiente de entreguerras que en ocasiones recuerdan al expresionismo, como las escenas del cabaret. Otra cosa es el engaño manifiesto que se hace al espectador sobre los sucesos históricos, habida cuenta que un numeroso grupo espectador es el que conoció la dictadura de Franco, la transición, el gobierno del PSOE, y el Gobierno del PP, pero que sobre la República habitualmente lo que conoce, tal y como le han llegado, son los mitos y las interpretaciones diferentes, generalmente muy sesgadas. Se puede decir que no está dirigida a un público en verdad conocedor de la época histórica relatada, que siente interés por la misma, y al que es fácil el engaño. El público, tal vez, no pedirá más; sin embargo, la responsabilidad sobre la narración histórica es necesaria, como vengo diciendo, por su actualidad. Y no sirve un contexto más o menos histórico para una época como La república. Precisa que lo que se cuente esté, al menos, hilvanado y fundamentado. No todo el público español es un niño de teta que le vale lo mismo ocho que ochenta, ni a todos gusta que se trate al amplio espectro de población que la ve como analfabetos funcionales. Al contrario, se exige rigor. Y eso es, precisamente, de lo que adolece la serie. La excusa de que es una telenovela no es suficiente. Si han decidido entrar en el periodo, los directivos tienen que ser responsables de lo que hacen. Y no nos vale, que todo vale. Pues suficientes mentiras hemos tenido que padecer en este país. La ausencia de rigor expositivo es una tacha de muy difícil perdón, así como la confusión de hechos históricos y sociales. Es cierto que la II república tiene sus dificultades narrativas, pero fácil hubiera sido escribir el guión de acuerdo a la evolución histórica del periodo, y no el cambalache confuso que han montado, imposible de saber en qué momento real se encuentran. Pues la actitudes de los personajes varían mucho en el corto pero intenso periodo de la República. Por lo pronto se ha de señalar, entre cientos de cosas en las que no puedo entrar, el maniqueísmo y la simplicidad con la que se narra el conflicto social. Con dos malos muy malos: el terrateniente que no quiere sembrar y el anarquista que va encendiendo los ánimos. Ni una referencia al papel de la UGT en el campo. Una masa amorfa de jornaleros que se deja embaucar por un anarquista. !Venga hombre!. Ya tenemos los culpables: los anarquistas, los terratenientes y los conspiradores. Solo aparecen como nombres de organizaciones políticas PSOE y CNT. Y tan panchos. Y lo hechos se encadenan sin una base política real, una confusión hecha adrede para que la gente siga sabiendo tan poco como sabía antes, y le quede claro que el PSOE era un partido democrático, que propugnaba el voto femenino. Pues no. La confusión en los carteles, con "muerte a los rojos" y referencias al "Frente Popular", y otro pidiendo amnistía a los presos, junto con un posible atentado a Alcalá Zamora, una conspiración de militares confusa ¿Cuál es? ¿la Sanjurjada?, sin referencia a los gobiernos de turno, para que sea más difícil precisar en qué momento se está. Pues no miren, si hay que hacer un contexto histórico, el contexto debe más ser preciso. Nada sabemos de la CEDA, ni si la familia pertenece al Partido Agrario, que es lo más plausible. Ni una casa del pueblo, ni un periódico obrero, ni un discurso de izquierda republicana; por no hablar del papel del PSOE, como el más democrático de los partidos de la república. Pues mire, otra vez: no. Nada de la división del PSOE, ni de su bolchevización. Hecho fundamental para entender el contexto narrado, así como su conflicto con el sindicato anarquista en el campo; pero en especial de la afiliación ugetista. En fin un pastiche que no es de recibo. Además, para las pocas referencia a la política real, una mentira: el PSOE era contrario al voto femenino en su mayoría. Por cierto, su actitud durante toda la república fue casi tan deplorable como la de Lerroux. Al menos la CEDA se sabía lo que era; ¿pero el PSOE? El PSOE tenía unas divisiones internas tan fuertes que les convertían en incapaces políticos. Así que no hace falta que nos muestren al anarquista con la chaqueta de cuero, ni la simplicidad con la que está narrado el conflicto social: El campo español sabía muy bien que se jugaba y las ideas que había en él ya venían de lejos. Si se cuenta eso, bien podía contarse como el PSOE se bolcheviza, así como se organizan las huelgas. ¿Por qué no hay personajes de la industria? ¿Ni obreros de la ciudad?... más aún, algunos personajes simplones... "las criadas" de la casa... el 18 de julio iban a salir a la calle con fusiles. Vale, vale, que es una telenovela, que no se pude pedir peras a un Olmo...pues que no se hubiera metido en el berenjenal...

6 comentarios:

Txema dijo...

Pues como he visto esta serie no puedo opinar. Y como no tengo la más mínima intención de verla pues seguiré sin poder opinar.

Claro que con los precedentes de series anteriores me puedo esperar cualquier cosa en particular en lo que se refiere a la documentación.

un saludo

CON MI LUPA dijo...

Jake, muy bien.
Me ha encantado.
Te lo cuelgo este finde en CON MI LUPA.
Abrazos mil,
Ernesto Rodríguez del Alisal

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón Jake. Yo empecé a ver la serie, pero es tan sumamente aburrida. Sí, por el formato telenovela, pese a muchos buenos actores. Y cierto, el conflicto social es totalmente ininteligible. Un pastiche malo y absurdo. Y no, no lo voy a salvar porque sea una telenovela. No se puede aprovechar un "prime time" de la TV pública para dar semejante porquería.
Salud

Jake dijo...

Hola a todos... ya pero es lo que me suponía: un panegírico del partido socialista, como republicanos de pro. Pues es una mentira cochina, mucha gente que ve esta serie no tiene ni pajolera idea de lo que pasó durante la república, habida cuenta que solo conoció las dos cosas que ponía en la "Enciclopedia Álvarez", las simplicidades que contó el régimen, así como el mutis sentido a su alrededor. Entonces, claro, hay que simplificar, y eso no lo veo mal, pero de ahí a que la explicación que se ofrezca sea la de un partido socialista democrático y liberal consumido por los extremos. Pues no. La imagen de la socialista liberal y el anarquista con chaqueta de cuero es una simplificación que no es de recibo. Es una serie en prime time y la ve un montón de gente

Jake dijo...

Parece que en el tercer capítulo aclaran un poco mejor en que parte del periodo se encuentran, pues el sufragio femenino se acaba de aprobar. Por tanto es octubre de 1931

Lo que no cuadra es, por tanto, que la conspiración se esté produciendo del modo a como se muestra. En todo caso la forma de llevar a conspiración parece más la del 36 contra el gobierno del Frente Popular que la de Sanjurjo se hace para oponerse al estatuto de Cataluña. No parece que por esa época ya hubiera cartelería explicita llamando a la violencia.

Txema dijo...

Me parece querido Jake que no me he perdido nada.

saldos