miércoles, 2 de febrero de 2011

Egipto y el Islam: ¿Integrismo o legitimidades?





Moralidad Norteamericana e Integrismo Islámico




No se ha entendido del todo la naturaleza del integrismo islámico. Resulta que ese integrismo partía, en las en la segunda mitad del siglo XX, de ideologías marxistas-leninistas que se expandieron durante la Guerra Fría en el mundo musulmán. Y caído el muro el integrismo se transforma en “islámico”, ultra religioso. La geopolítica mundial está dictada por un solo país, Estados Unidos, que quita y pone gobiernos, que provoca guerras, que pone, depone y dispone una moral basada en ser la potencia armada más poderosa del planeta. No será que el integrismo más integral es el de aquel que tiene una sartén más grande: es por ello que ahora tenemos miedo a los integristas, a los islamistas. En vez de tener miedo, y mucho, a quien de veras juzga y resuelve a su criterio, simplemente, por tener acopio de la Fuerza más brutal del planeta…. ¿No se resolverían mejor los problemas del mundo en una asamblea planetaria y que bajo el auspicio de dicha asamblea estuviera el control de todas las organizaciones financieras, ejércitos y fuentes de energía que son acervo de la humanidad y no de unos cuantos?… ¿A quién llamamos integristas ?. ¿Con que moralidad se planta occidente, o más en concreto, Estados Unidos, planteando la radicalidad de un islamismo? Un islamismo que ha creado, formado, alimentado y mantenido él mismo, creando situaciones de inmoralidad manifiesta por todo el mundo. Por ahora los cambios que se propugnan no aparecen los integristas, sin embargo, sí que hay una nación ultra poderosa que se salta a la torera la moralidad mundial cuando eso beneficia a sus intereses. El Corán dice: “La tinta del sabio vale más que la sangre del mártir” o “Los sabios son los herederos de los profetas” o ”Buscad conocimiento, hasta en China si hace falta”; “Estudiad desde la cuna hasta la tumba”. En el Talmud encontramos esta idea: “Al mundo sólo lo mantiene el aliento de los niños que estudian.” Parece que la estrategia de Mubarak es la de sacar sus partidarios a la calle debido a que el Ejercito no se decanta y ha optado por el continuismo , mala cosa.



Etnocentrismo Occidental y legitimidades



Parece claro que en todo el mundo musulmán la sombra de Nasser siempre acompaña. La cultura musulmana es una gran cultura y muy sabia, lo preocupante es el etnocentrismo occidental, de base cristiana, y la incapacidad de comprender que se tiene en occidente de la maravillosa y variada riqueza cultural del islam. Los que piensan que todo ella es integrista es que no la conocen ni lo más mínimo. Nasser fue, durante poco tiempo, el auténtico guía con el que sueñan ser todos aquellos que se encuentran en el Poder en el mundo musulmán. El choque de civilizaciones es cuento chino creado por quienes tienen interés de imponer una visión única en el mundo. El islam consiste en una civilización que interpreta el Corán según los vaivenes históricos, pues puede ser más progresista o más reaccionario dependiendo de la actitud que frente a él tenga el resto del mundo. Eso es debido a que El Corán insiste en una reflexión individual frente a Dios y la subordinación de la religión a la política, frente a lo que comúnmente ser cree. No hay una institución eclesial que dicte un dogma que permita un progreso, o un retroceso. Evoluciona o involuciona según la percepción que el islam tenga de sí mismo y de si se siente pisoteado o no. Y hemos de decirlo: el Islam se sintió pisoteado, ninguneado y se siente cada día. La legitimidad de sus mandatarios depende de si éstos hacen algo para levantar una moral que sienten ninguneada. En todo caso, eso es lo que hace que el integrismo islámico esté calando del modo que lo hace, al igual que más atrás triunfaban los grupos marxistas-leninistas. Éstos mandatarios colocados con la aquiescencia de occidente no tienen legitimidad para ellos. Si la revuelta no se resuelve de forma pacífica es como aparecerá el integrismo, y flaco favor está haciendo Mubarak en estos precisos momentos, porque la sociedad islámica quiere la paz y la convivencia, pero no permite que se les tome por parte de Occidente de la forma que se les está tomando. Entender el sistema de legitimidades en el islam es la única forma de entender lo que está pasando. Estos tipos no tienen legitimidad por ser puestos y mantenidos por Occidente, léase Estados Unidos de Norteamérica. Las revueltas han tenido una forma pacífica porque la población está mucho más informada y formada que nunca. Quien se crea que el islam es integrista es que ni lo conoce, ni se mira al espejo el ombligo.



Excepción en Irán; subordinación de la religión a la política y no al revés, como pasa en Europa. Antes de la democracia se sitúa la moralidad



Que haya excepción en Irán de subordinación de la política a la religión no quiere decir que la cultura musulmana sea así. El caso de Irán es una más de las situaciones que se dan en oriente medio como consecuencia de que el arbitrio moral del mundo lo ejerza una sola de las naciones del planeta. La cultura islámica subordina la religión a la política desde lo ancho y largo de toda su historia, o recordemos que “los califas” nunca tuvieron en la vida el contrapoder suficiente frente a sultanes, a visires o a comandantes militares. Los califas siempre han estado muy desvalidos y siempre subordinados. Sabes lo que nos ocurre: que no conocemos ni al islam, ni a su cultura, ni a su historia. Sólo la insinuación de que lo que ocurre hoy día degenere en islamismo radical, como se está haciendo en los medios de la derecha, es algo característico de nuestro etnocentrismo occidental. Mubarak está echando los perros a la calle porque está tratando de levantar al islamismo radical en contra suya para que actúen, frente a la legitimidad que precisan los gobernantes en el islam y que él no tiene y obtener así el apoyo de sus valedores: Occidente. Y Occidente… ¿Quién o qué es Occidente?. ¿ No nos acordamos de lo que fue el colonialismo?. Creemos que la democracias occidentales son algo solo nuestro, de nuestra cultura: Sin embargo va por el mundo como un elefante en una cacharrería. Antes de la democracia está la moralidad. Y las democracias de occidente llevan años yendo por el mundo con una superioridad que no es de recibo. Nos sorprendemos por el 11-s o el 11-m, como si en nuestra civilización cristiana no nos hubieran enseñado que se recoge lo que se siembra. La palabra radical es como la palabra caridad, ambas tienen una estrecha relación con otra que se llama justicia. Siembra justicia y no recogerás tempestades, que es otra enseñanza cristiana; Occidente va por el mundo con un embudo, donde lo grande es para mí y lo chico para ti. Y el demócrata con sus aviones, y sus kilotones de bombas defendiendo sus intereses. Sembrando de ignominia por el mundo.



Entendimiento del hecho religioso



El tema de las religiones en el mundo es algo demasiado complejo y complicado como para no intentar comprender su médula; la facilidad con que las religiones se enseñan, se incorporan, a la más tierna edad, y pasan a formar parte del ser de una persona es una realidad que no podemos pasar por alto. Para los que hemos reflexionado sobre Dios, y somos agnósticos o ateos, en mi caso agnóstico, nos cuesta comprender – bueno, comprender no es la palabra- como la religión llega a incorporar a su seno a miles de millones de personas. La religión es un fenómeno que no podemos tratar con desdén, debido a su tremenda fuerza; sobre cómo ésta cala en el ser humano es un fenómeno que han estudiado antropólogos y filósofos, y no es fácil, diría, que imposible, erradicarla de lo humano. La reflexión sobre la ausencia de Dios genera un vacío existencial que para un gran número de personas les genera una auténtica sensación de pavor, tan grande, que les resulta inconcebible una existencia sin Dios. Y eso debemos comprenderlo. Lo que no se puede comprender es la falta de moralidad: y en eso los USA se llevan la palma. La actuación moral es siempre la que lleva la razón, y el principal antídoto contra el oscurantismo. La actuación inmoral es el caldo de cultivo, en sentido contrario.



Diferencias-similitudes Islam- Cristianismo. El que esté libre de pecado que tire el primer Obús.



Una de las diferencias -parecidos entre el Islam y el Cristianismo se sitúa en la dicotomía entre emperadores-papas y entre califas-sultanes. Unos eran la autoridad política y otros la autoridad espiritual. Lo que pasaba en Roma y Bagdad y su pulso entre esas fuerzas de autoridad en el largo medioevo son de similares características entre poder religioso y poder político. El poder político, como digo, es Emperador-Sultán. El poder religioso es del Papa-Califa. Mientras el sucesor del Trono de San Pedro consiguió mantener el poder espiritual, el sucesor del Profeta no lo consiguió. Enfrentados el poder político y militar del sultán, los califas sufrieron una derrota tras otra; los despojaron de todas sus prerrogativas y quedaron si autonomía para actuar; y llegó un día, en el siglo XVI, en que el sultán otomano “anexionó” sin más el titulo de Califa, hasta que en 1922 Kemal Atürk decidió volver a separarlo y, seis meses después, abolir esa institución. En Occidente los Papas conservaron el poder religioso. En cambio, en el islam el poder político asfixiaba a la autoridad religiosa, que no intervenía en política. Fue precisamente ese predominio de lo político lo que hizo que lo religioso se propagó profusamente en el tejido social. Es lo que nos cuesta entender en occidente, desde nuestro etnocentrismo; incapaz de ponerse en la posición del otro, en este caso el Islam donde la religión siempre se ha subordinado a la política, cosa contraria al cristianismo, donde la política se ha subordinado a la religión. De todas formas, con qué cara tan pancha nos quedamos en occidente llamando integristas a los musulmanes mientras somos invitados a sentarnos en sus alfombras de beduinos, por poner el caso: ellos se nos quedarán mirando con cara cercana a la incredulidad. No señor occidental, mírese el ombligo: que yo creo que no lo hace. Y tú, que sabes de Historia más que yo, puedes echar un vistazo a lo que tenemos detrás de nuestras espaldas: no se ha asesinado con más lógica que en Occidente. Os lo digo, no comprendemos al Islam; por suerte el papel de la mujer puede cambiar allí, lo que aquí era una realidad hace nada. Que sí, que dilapidan mujeres. Pues el que esté libre de pecado que tire el primer Obús.



Antropologías culturales de Occidente y el Oriente musulmán. Necesidad de un análisis epic y emic en ambos casos.



La religión en el Islam no se entromete en la vida de los ciudadanos, los ciudadanos llevan el Islam en su vida. Es difícil de entender: pero por eso mismo en el Islam la política no se subordina a la religión, como ocurre aquí, sino que es la religión la que se subordina a la política. No llegaremos a comprender el mundo musulmán si no comprendemos que ellos en naturaleza son pacíficos, que históricamente la política arrasó a la religión – en vez de lo que sucedió aquí: que la religión arrasó la política y , a su vez, la política arrasó la religión; siendo el continente que más asesinatos a cometido por metro cuadrado en el mundo; y ríanse de los integristas -. No comprendemos que la religión es algo individual y personal, que ellos interpretan el Corán en función a como se les trate, y pueden ser rica, o bien puede ser reaccionaria en función de si se les pisotea o no; allí dilapidan a una mujer de vez en cuando, aquí las cortamos el cuello día si y día también. Dirás que allí es en escarnio público y por eso el crimen es más grave; pero aquí no nos quedamos mancos, allí las dilapidan entre todos, aquí el marido se vale solo. Un musulmán nunca asesinaría a una mujer, ni aunque le ponga los cuernos. Antes la denuncia. Aquí la cortan el cuello, la atropellan con un coche, la queman, le abren la cabeza con un martillo, la tiran por una ventana. Diríais que allí son muchos los que matan a una, y aquí que es uno que mata una a una. Pero como el anuncio: tacita a tacita y país a país. Un musulmán no mataría nunca si el Corán no se lo permite: no iría al cielo. Es necesario una análisis emic y etic en ambos casos, y las sorpresas serían muchas.

5 comentarios:

Txema dijo...

Jake, durante muchos años fui un admirador de la cultura árabe y de sus aportaciones.

Pero, de un tiempo a esta parte, me han decepcionado profundamente. El caso persa es el más claro, pero no él único de intromisión de la religión en la vida de los ciudadanos.

Pero, es muy posible, que tu reflexión tenga mucho de verdad. Evidentemente el imperio necesita criminalizar a alguien. En tiempos de la URSS era relativamente sencillo.

Una vez aniquilada esta, nos salen con los integristas islámicos. Pero si es cierto que existen.

Me da la impresión de que el monstruo que crearon se les ha ido de las manos y no pueden controlarlo y, de paso, nos ponen a todos en riesgo.

Francamente no me gusta el fanatismo religioso venga de donde venga.

Saludos

Anónimo dijo...

Algunas veces me pregunto si seré un tio tarao cundo discuto en los chigres de estos temas. Al leerte me doy cuenta que ya somos dos. De lo cual me alegro.
Los integrismos nunca tuvieron nada que hacer con un estómago lleno y una cabeza librepensante.
lo dijo estos días un ácrata librepensante: apagar la televisión estimula el clítoris.
El Canuit

Jake dijo...

Txema no compremos el Islam. La religión en el Islam no se entromete en la vida de los ciudadanos, los ciudadanos llevan el Islam en su vida. Es dificil de entender, pero en el Islam la política no se subordina a la religión, como ocurre aquí, sino que es la religión la que se subordina a la política. Lo acabo de explicar en otro blog. Lo vuelvo a copiar más abajo.

Jake dijo...

Brevemente, Califa tienen un significa, o es parecido, a heredero. Una de las diferencias -parecidos entre el Islam y el Cristianismo se sitúa en la dicotomía entre emperadores-papas y entre califas-sultanes. Unos eran la autoridad política y otros la autoridad espiritual. Lo que pasaba entre Roma y Bagdad y su pulso entre esas fuerzas de autoridad en el largo medioevo son de similares características entre poder religioso y poder político. El poder político, como digo, es Emperador-Sultán. El poder religioso es del Papa-Califa. Mientras el sucesor del Trono de San Pedro consiguió mantener el poder espiritual, el sucesor del Profeta no lo consiguió. Enfrentados el poder político y militar del sultán, los califas sufrieron una derrota tras otra; los despojaron de todas sus prerrogativas y quedaron si autonomía para actuar; y llegó un día, en el siglo XVI, en que el sultán otomano "anexionó" sin más el titulo de Califa, hasta que en 1922 Kemal Atürk decidió volver a separarlo y, seis meses después, abolir esa institución. En Occidente los Papas conservaron el poder religioso. En cambio, en el islam el poder político asfixiaba a la autoridad religiosa, que no intervenía en política. Fue precisamente ese predominio de lo político lo que hizo que lo religioso se propagó profusamente en el tejido social. Es lo que nos cuesta entender en occidente, desde nuestro etnocentrismo; incapaz de ponerse en la posición del otro, en este caso el Islam donde la religión siempre se ha subordinado a la política, cosa contraria al cristianismo, donde la política se ha subordinado a la religión. De todas formas, con qué cara tan pancha nos quedamos en occidente llamando integristas a los musulmanes mientras somos invitados a sentarnos en sus alfombras de beduinos, por poner el caso: ellos se nos quedarán mirando con cara cercana a la incredulidad. No señor occidental, mírese el ombligo: que yo creo que no lo hace. Y tú, que sabes de Historia más que yo, puedes echar un vistazo a lo que tenemos detrás de nuestras espaldas: no se ha asesinado con más lógica que en Occidente. Os lo digo, no comprendemos al Islam; por suerte el papel de la mujer puede cambiar allí, lo que aquí era una realidad hace nada. Que sí, que dilapidan mujeres. Pues el que esté libre de pecado que tire el primer Obús.

Jake dijo...

Canuit, que alegría de volver a verte por aquí. La verdad es que hace mucho que no escribo en tu blog, pero te suelo leer. Atareado estoy entre las reflexiones y el trabajo entre cerezos que me es difícil participar en tantos sitios. Ya veo que como siempre.