jueves, 30 de octubre de 2014

EN EL PRÓLOGO DE LA SEGUNDA EDICIÓN DE EL CAPITAL

Marx III

“No se trata ya de si tal o cual teorema es verdadero, sino de si es útil o dañino, cómodo o incómodo para el capital, de si es reglamentario o no”(pág. 64), con esta sentencia Marx establece como tocan a muerto en la economía política. Marx estudia a Ricardo, a Sismondi, a Quenay. Marx además de filósofo se hace economista. A partir de 1830 la teoría económica queda absolutizada (fetichizada) por el capital hasta día de hoy: Hayek o Friedman solo escriben para fundamentar los intereses económicos del capital; y dejan de lado una relación fundamental –no es la desconozcan, sino que como comtistas, positivistas, ciencia burguesa, no quieren ver-. George Soros si ha descubierto a Marx. El capitalismo sabe que Marx tiene razón. Lo que no lo van a decir abiertamente. Sería contrario a sus intereses. Los Hayek o Friedman, seguidores de Bastiat, son corifeos del capital. “Como ciencia burguesa conciben el orden capitalista como un estadio evolutivo histórico transitorio, sino por el contrario, como forma absoluta y última de la producción social” (Pág. 62). Ya lo escribía Marx en su última redacción del capital. Marx sabía por Hegel que todo es historia: que todo evoluciona y cambia, por oposición dialéctica de contrarios. Sin embargo, la ciencia en el capitalismo, el fin de la Historia, considera que lo que hay, como modelo, lo habrá ya por siempre jamás. Piensa, absolutiza, fetichiza y detiene la Historia. Fukuyama lo llamó el fin de la Historia. Pero desde Hegel sabemos que eso ya nunca será así. Todo es Historia, todo fluye y todo cambia. Nada es eterno, ninguna situación histórica peremne. No hay imperio que dure 1000 años. Marx descubrirá las bases económicas del robo generalizado que produce, ahora con carácter mundial, que los ricos del mundo sean muy ricos y los pobres del mundo muy pobres. Y hoy ya con un carácter mundializado de sistema mundo. Los que trataron de seguir a Mills, como hoy ya ha mostrado el fracaso de Keynes, han tratado de reconciliar lo irreconciliable. Como dijo Marx (Prólogo segunda edición. Pág. 65). Solo hay que descubrir como se realiza ese robo. Cómo se lleva a cabo. Cómo unos pocos se quedan con el excedente que entre todos producimos para todos. Dussel, con su teoría de la dependencia nos ha enseñado como se produce ese robo a nivel mundial desde economías de la periferia a economías del centro. Dussel nos descubre porque los países colonizados por el capital, abiertos al mercado a sangre y a fuego (el mercado llega hasta donde lleva la marina norteamericana); y porque el salario es diferente aquí y allí. Descubrir la falacia del salario será otra tarea emprendida en esta lectura de Marx. Descubrir que el salario nunca paga todo lo que entre todos producimos y que en eso se encuentra el desequilibrio de porqué ricos son más ricos, y los pobres de los países más pobre, más pobres.

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