miércoles, 28 de septiembre de 2011

Sobre la indiganción

El lema de "no me mees encima y luego me digas que llueve" es una frase magistral de una película de Clint Eastwood: El fuera de la Ley. Decir que el PSOE es izquierda es mucho decir. Es cierto que es difícil definir dichos términos. Sí podemos decir que el PSOE es socialdemocracia europeísta. Y lo que ocurre es que la socialdemocracia y Europa se están hundiendo, en fenómenos similares a la década de los treinta, con la diferencia de que no existe alternativa bolchevique. Por eso se habla de una reorientación de la izquierda -donde, como siempre, hay elementos libertarios - y que navega, como siempre, en un proceloso va y ven. El movimiento del 15-M ha sido, y es, bello. Por lo pronto, tal vez, si actuamos desde el sistema político, ser accidentalista -como se llamaba la derecha católica desde dentro de la República para romperla- y actuar dentro del sistema, y romper la disciplina de bipartidismo, dividiendo nuestro voto: pero eso va a tener graves consecuencias primeras. El PP va a gobernar, posiblemente con mayorías absolutas. Cuando el PSOE pierda cuota de poder tan grande es por donde no sabemos cómo irá la cosa, si reduce mucho sus escaños. No hay nada nuevo bajo el sol. En 1934 el PSOE se "bolchevizó" y dejó de apoyar a la República porque vió como los jóvenes emigraban hacia la izquierda y hacia el anarquismo. Hoy día la izquierda más a la izquierda del PSOE parece no entrar en derroteros tan violentos como los treinta, y el 15-m lo muestra. Pero ¿Que hará la derecha si solo hay monopartidismo pero es, en verdad, la minoría más cohesionada que detenta la "mayoría absoluta"? ¿Se unirá la izquierda en un nuevo Frente Popular? ¿Qué estrategia tomara el PSOE? y mucho me temo que Europa se hunde. Como sabemos el melón está en el sector bancario, de tal forma que la política se imponga sobre lo privado económico hace falta que los recursos financieros sean gestionados por la política y no por los banqueros. Y este es un vector que se inició en el Renacimiento con el "hombre burgués" en sentido muy contrario a como ahora corre. El sistema asambleario es bello. Pero no seamos cándidos y aprendamos de política y de la historia: quien tiene la sartén por el mango no va a dejar que se la arrebatemos. Con meternos a todos en el mismo saco y llamarnos rojos les bastará. Esperanza Aguirre así lo ha hecho ya. Pongamos un ejemplo: Pensar que José Bono es socialista por ser del PSOE es un tremendo error. Bono es un infiltrado pactado del Opus dei en las filas del PSOE. Esto es sabido, como sabido es que Felipe González es el candidato propuesto por el Opus en Surrenes. Para entender esto hay que manejar un poco la historia política de la transición y saber que el franquismo no hubo ruptura democrática, sino que hubo continuismo, de tal forma que la clase política del franquismo se dividió y se escindió, entre "liberales" y "socialdemócratas europeístas" y muchos militantes de la UCD se fueron a uno y otro lado. Entender que el PSOE de Surresnes no es el PSOE del exilio stricto sensu es fundamental. Pero entender que el PSOE es una organización que anda siempre a la deriva en los acontecimientos históricos es fundamental para entender el melón de lo que ocurre. Le ha pasado siempre en los momentos claves: en 1917, en 1928, en 1931, en 1934, en 1936, en 1938-39, en el exilio, con la llamada transición y con esta crisis de la socialdemocracia europea (por mucho que ahora digan que el senado francés tenga socialistas, la socialdemocracia ha sido barrida por el neoliberalismo). Y es que el problema de la socialdemocracia es que quiere "pactar" con el capitalismo como si fuera posible ese pacto democracia-cristiana y socialdemocracia. Es como la película de Novecento, su final. Pero es que con el capitalismo, a largo plazo -posiblemente a medio- todos muertos. Y es que "la democracia", la cual siempre tiene apellidos, pese a que Aguirre diga que no, como la que hay ahora, no es otra cosa que la consecuencia del hombre burgués que se creó en el mundo moderno y el capitalismo. La de hoy es una "democracia burguesa", quiéralo o no Aguirre, un pacto entre la democracia-cristiana y la socialdemocracia europeísta basada en el “Estado del bienestar” de finales de la 2GM, una democracia hecha para que la banca mande a cambio de una buena colocación en el poder de los miembros de cada partido previamente "pactado" en el juego de la transición, en una transición que se gestó de arriba hacia abajo: otorgando la democracia desde la clase política. Un régimen de libertades fundamentales a cambio de UNA BANCOCRACIA Y UNA PARTIDOCRACIA con salvaguarda de los derechos educativos de la Iglesia, frente a los derechos individuales de los ciudadanos, como es el que todos y cada uno de nosotros tengamos una educación libre de dogmas y verdades absolutas. La indignación de Hessel parte de que los propósitos de la Resistencia no se han cumplido tal y como se anunciaron. Y no se han cumplido porque es de cajón: los recursos naturales y los recursos financieros gestionados por la política y un gobierno supranacional mundial constituyen principios antitéticos a los intereses de la Banca, que ha intentado, otra vez, exprimir la gallina de los huevos de oros.

1 comentario:

Txema dijo...

Descartemos por completo la unión de la izquierda. El psoe no lo es y, además, tiene espanto de cualquier estrategia que le reste voos (lo que le importa en realidad) a su derecha.

IU, mi partido, no cala entre la ciudadanía que lleva años narcotizada y desinformada, a lo que hay que sumar los muchos y graves errores propos.

Así que se quedará, en el mejor de los casos, como tercera fuerza nacional, que es lo máximo que admite el sistema.

Ciertamente quienes tienen la sarten por el mango no lo van a solar de buena gana y las posibilidades de arrebatárselo por la fuerza son casis inexistentes.

Así que que conclusión: nos hundimos.

Saludos