miércoles, 10 de junio de 2009

Más debates sobre la cuestión religiosa en la II república y sobre la GCE

lo comenté cuando hablé sobre el art. 26 de la constitución española de 1931 y que el caracter "accidentalista" de la CEDA sobre la forma de estado es pura fachada. La CEDA -la iglesia- se constituye con el objeto de hacer impracticable el regímen, y se forma desde la organización humana y material que tiene más a mano: el cura y la sacristía. Eso caldea el ambiente hasta hacerse insufrible. En los pueblos el antagonismo se encona, pues la diferencia entre los más pudientes del pueblo, y que han tenido el Poder político en los ayuntamientos - y que coincide con ser la perrsona/as que más tierras tiene-, y quienes no soportan esa situación se vuelve brutal a partir de 1933. Las diferencias están muy establecidas: el cacique, los que le rien las gracias y los que no aguantan más. A partir de 1933, como digo, y las elecciones municipales anteriores, la espiral política en los pueblos es de órdago. No se pueden ni mirar a la cara. El cacique viene a ser como el Cañamel de "Cañas y barro"; luego está el "tío paloma", que además de pobre, es un ignorante analfabeto que no hay quien le lleve la contrario. En esa tesitura aparece en anarquismo en la versión siguiente: "la madre que los parió a tos lo ricos, desollarlo como a guarros es lo que se merecen. Y el cura otro tanto igual, mas malo que la quina; cojones tiene que hablar de política to los domingos; esos son mala ralea, si señor, mala ralea; y bien come to los días. Encima pagao. Pagao. Aquí va a ver una regolución mu gorda, pero que mu gorda" durante el bienio negro la política la mayor intención de la CEDA es que no se pongan en práctica las medidas laicas propuestas en el bienio anterior; así como las medidas de reforma agraria. Todo queda en suspenso; pero, creo, el problema político acontece en que la CEDA ha sido la minoría más numerosa y necesita hacer coalición con Lerroux; el presidente Alcalá- Zamora (corregidme si me equivoco) no quiere dejar el gobierno en manos de Gil Robles, y se lo da a Lerroux. ¿Porqué? Es muy posible que la derecha católica vaya a saco a comerse a Lerroux. Además, hemos de tener en cuenta de los periódicos de carácter regional que empiezan a surgir, organizados desde la editorial católica, en una inmersión subrepticia en la sociedad civil de los obispos. Yo creo que olvidamos que es derecha católica. Y donde existe la palabra “católica” todas las demás palabras sobran. Es la Iglesia haciendo política. Y organización tenían: había una Iglesia, con su cura, y sus beatas, en cada pueblo. Y luego estaba la confesión, y el pecado, y la autoridad moral de Dios para decir lo que “está bien” y lo que “está mal”. Que se pongan en suspenso la ley de congregaciones religiosas es una muestra de la parálisis de la política durante el bienio negro. El bienio radical-cedista es una constante lucha de la CEDA por eliminar a Lerroux. Es lo único que quiere. Por eso todo se suspende. Y eso la población le lleva a una desesperación y tristeza por el régimen. Siempre pienso que la política en democracia es impracticable si una fuerza política muy organizada no quiere hacer democracia. Repito: la democracia republicana desde 1933 es impracticable. Imposible. Rota la baraja… todas sobre la mesa. Solo hace falta que alguien empiece la pelea. Y solo uno de los Gallos debe quedar sobre la arena. Ya solo quedan Gallos, porque la política ha sido imposible. A partir de 1933 se radicaliza también la postura socialista, en muy escaso tiempo de margen que se ha dejado a la república. ¿Porqué, si participó en su alumbramiento? Porque nadie quiere jugar a las cartas de la democracia. Se tiran sobre la mesa, con mala ostia. Y todo esto se va viviendo pueblo a pueblo, mediante periódicos y emisoras de radio. Mantengo que la guerra civil española fue, en una parte muy importante, una guerra de religión, teológico. Sobre mi mesa tengo, en estos momentos, tres libros de filosofía españoles publicados en esa parte del siglo : ¿Qué es filosofía? de Ortega; la agonía de cristianismo y el sentimiento trágico de la vida, de Unamuno. Vitalismo y existencialismo. ¿Cómo casan esas corrientes filosóficas tan del siglo XX, con la escolástica que se estudia en los seminarios? Y, atención, en cada pueblo se toma a los curas como los que "han estudiao". No debemos dejar la historia del pesamiento y de las ideas alejadas de los hechos. Su influencia es muy fuerte. Las dos mejores cabezas de país, Unamuno y Ortega, cuestionan la idea de Dios de alguna manera. El primero con el descubrimiento racional que hace sobre la mortalidad del alma; contrario a lo que le dicta su razón. El segundo planteando la realidad radical en la vida. Lo que se pone en entredicho es la autoridad moral de Dios. Políticamente, Azaña se encuentra en esa postura, también como intelectual. Y el debate político es un debate sobre Moral y Dios; y sobre si Dios, teoricamente el que dicta la moral -aunque eso es muy pero que muy disutible). Los divorcios, el atentando "al matrimonio" es un atentado inaceptable para la Igleisa de Trento. Casi se podría afirmar - aunque no es cierto- que Trento se reunió para regular lo del matrimonio, asistido por un cura para tener validez. No le déis vueltas la Iglesia en 1931 no iba a aceptar una legislación contraria a su moral; y en esa época, diría que como en ésta, Igleisa y Monarquía se indentifican.
La Guerra Civil española es uno de los acontecimientos históricos donde la falta de veracidad es significativa; la veracidad no es tanto la verdad, sino como la coherencia en tratar de ver con un sentido todo lo completo de la materia. Es imposible no escorarse hacia un lado u otro según nuestras convicciones políticas; así, como señala Juan de Juan, -al que leo en su blog a menudo y tengo enlazado- los aspectos que señala sobre Largo y sobre la naturaleza del ala caballerista del PSOE es indudable. Ahora bien, creo que hay que ver todo con todos los elementos; y es donde adolecen las visiones “revisionistas” de la Guerra Civil, con expresiones como las que señala de “la realidad histórica” y “la verdad oficial”, cuando sabemos que hubo una dictadura posterior que dispuso también de una visión verdadera de la verdadera historia de la Guerra Civil. Un poco de seriedad, por favor; que los hechos fueron muy graves. Y la forma de cita, en lo que conviene, y de no querer ver, lo que no se quiere ver, es lo que hace llenar tintas y tintas sobre este conflicto bélico. Como todo en política, o en historia, nos encontramos con dilemas morales; y, sin duda, se hacen precisas visiones desde la ética, mi modesta especialidad. Yo creo que ya está bien de tanta tergiversación, de tanta falta de autenticidad – de la cual, no lo niego, también participo -; de tanto afán por justificar moralmente cosas que son injustificables. Un poco de seriedad, por favor. El asesinato de Calvo Sotelo es una muestra más de la incapacidad política de aquellos años terribles; pero, hombre, en política no podemos ver solo con los ojos de los que queremos ver, y negar todo lo demás y lo que no nos conviene; y justificar, como digo, lo injustificable. Ni ese asesinato, ni ninguno tienen justificación. Ahora bien: el golpe de estado de 1939 tampoco la tiene; ni el alzamiento de los obreros en Asturias, ni la represión posterior; ni que militares de remplazo fuesen a la Guerra del África, y que solo fueran los más díscolos de cada pueblo, ni que el estado reprimiera a los manifestantantes contra “el orden” de las cosas, en base a tiros; ni que los curas inflamasen en las homilías, ni que los periódicos contasen, como hoy cuentan, más mentiras que verdades. Ni que los obreros estuvieran a la que saltan, esperando hacer la revolución. Pero por favor, seriedad…por favor, menos fanatismo. Que ya cansa. -->

1 comentario:

Bapho dijo...

El texto es interesante, pero podrías poner separaciones y párrafos, se hace casi imposible de seguir.