domingo, 1 de febrero de 2015

Crónica de la Guerra Carlista (1872-1876)

1922: Policarpo Amilibia, director de un periódico Bilbaíno de tendencia liberal, e Inaxio Zatarain, campesino guipuzcoano y ex- voluntario carlista, rememoran sus tiempos de juventud. 1872: Policarpo es enviado por su periódico, el "Irurak-bat", a remitir noticias de la guerra desde Guipúzcoa y Navarra. De nuevo en Bilbao, es testigo del sitio de la Villa por las tropas del pretendiente carlista. Levantado el sitio, marcha al frente como corresponsal del ejercito liberal, cargo que desempeñará hasta finalizar las hostilidades. Por su parte, Inaxio recuerda cómo ingresa en la guerrilla incitado por el ambiente politizado de las provincias vascas a raíz de la revolución de 1868. Encuadrado en el primer batallón de Guipúzcoa del ejercito regular carlista, seguirá las vicisitudes de este batallón hasta la conclusión de la guerra en febrero de 1876. O Religión y Rey o guerra y muerte. "Nosotros pretendiamos servirnos del Rey para conservar los fueros" El meollo político de la segunda guerra carlista viene explicado a partir del minuto 12;20 donde se establece la exposición del "periodista liberal de Bilbao" y "el carlista montonero". Cuando Goya pintó los desastres de la Guerra o Picasso el Guernica no queda otra que preguntarse si no están locos ambos bandos: tanto liberales como montoneros. Y esa locura es la que mama este país; la de Don Quijote que se tira al monte para traer un pasado que nunca existió y negandose a un futuro que no tiene ni pies ni cabeza: y que por tal los españoles se han andado descerrajando tiros.

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