viernes, 2 de enero de 2009

Fundamentación laica de la ética: la voz de los oprimidos.


Ahora que empieza el año se hace preciso que reflexionemos sobre política desde un plano ético. No en vano tanto la ética, como la política, ambas, son ramas de la sabiduría práctica, pues trata de extablecer un juicio sobre los actos. Un año este que ha comenzado de la peor manera posible: con los bombardeos sobre Gaza, por parte del ejército israelí. Lo que los “edificadores de lo moral” han olvidado en sus homilías de año nuevo. Quizá porque hay mucho de Dios en tales hechos. Y eso que nos acusan a los agnósticos y laicos de “relativismo moral”. Lo que está bien o lo que está mal puede ponerse de manifiesto, según mi opinión desde el agnosticismo y del laicismo, y no por ello caer en el relativismo moral. Al contrario.

Planteamos la ética desde un espacio occidental de largas tradiciones y olvidamos a los oprimidos y a los excluidos del sistema. Toda ética que no tenga por fundamento, ya no solo escucharlos, sino hacerlos valer y hacerlos partícipes, es una ética a la que le falta algo. La “ética de la liberación” me ha parecido interesante en la reflexión que está haciendo sobre ello. En España Adela Cortina una de las que apuestan por la ética dialógica, la ética del diálogo, basándose en Apel, Rawls y Habermas. Pero poco puede valer el diálogo, como fundamentación de lo moral, si los excluidos, los que no tienen voz, no son escuchados. Cuando fueron las prédicas de Jesucristo, desde las bienaventuranzas, quien dio cabida a esos excluidos. Sin embargo, fundamentemos la moral, además, desde este mundo; sin la participación de los excluidos a la ética dialógica le falta un paso importante: quizá el más importante. Un paso que significa abrir la puerta y, por derecho propio, sentarse en la mesa a todos, empezando por los oprimidos del planeta, de los que pasan hambre, de los que no tienen voz. No sé si es el aspecto, religioso, o judeo-cristiano, un punto de vista para fundamentar la ética. Desde mi postura: El fundamento de lo moral se inscribe en lo laico; es el de sentar y escuchar a todos: y en especial a los excluidos. Y es que, ciertamente, mi postura es la de un laicista agnóstico, aunque reconozco la grandeza de Jesuscristo. Aunque no sé ahora muy bien qué papel juega en esta ética de la liberación, o que papel juega la religión en todo esto, pues parece ser que la Teología de la liberación está unida a esta reflexión. Desde mi postura del “humanismo cristiano”, y la imitación de la vida de Cristo -la erasmista filosofía de Cristo- está más cercana a mis posturas. Aunque aún es pronto para dejar por sentada una postura al tanto: la edificación de un fundamento de lo moral, una filosofía práctica (ética), basada en el diálogo ecuménico entre todos los hombres, donde los excluidos, los pobres, los que pasan hambre, los que sufren el desamparo, los que reciben las bombas… y todos aquellos oprimidos, ya no sólo sean oídos, si no que su postura sea la que prevalezca. Todo lo que no sea así nos sitúa en la óptica del mal. ¿Es posible una fundamentación laica de la ética y que, además, tenga en cuenta a los excluidos, tal y como hace la ética de la liberación? Yo opino que sí.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

"No creo en Dios y no me hace ninguna falta. Por lo menos estoy a salvo de ser intolerante. Los ateos somos las personas más tolerantes del mundo. Un creyente fácilmente pasa a la intolerancia. En ningún momento de la historia, en ningún lugar del planeta, las religiones han servido para que los seres humanos se acerquen unos a los otros. Por el contrario, sólo han servido para separar, para quemar, para torturar. No creo en Dios, no lo necesito y además soy buena persona."
Tu ya sabes quien dijo estas palabras, asi que con El y nosotros dos ya somos tres buenas personas.
El Canuit

Ginebra dijo...

Muy interesante esta ética laica. Espero que colabores con nosotros en una idea que estamos forjando, Ya te contaré ´más despacio, hoy voy "volada". Besos

Anónimo dijo...

En la actualidad hay 23 países en guerra, siendo la más antigua la de Birmania........que se libra desde el año 1948!!!!!!!! (y nosotros sin enterarnos, como en muchas de los conflictos que a continuación nombro):

Afganistán, desde 2001.
Argelia, desde 1992
Birmania, desde 1948 (60 años!!!)
Chad, 2006, +10.000 niños soldado
Colombia, 1964
Etiopía, 2007 (no salió ni las noticias)
Filipinas 1969, y con 3 conflictos armados al mismo tiempo
Georgia, 2008 (no ha terminado, aunque las noticias dicen lo contrario, pero resulta que nos cortan el gas)
India, 1967, con 4 conflictos (el último ataque terrorista no fue casual, están en guerra!!!!)
Irak, 2003
Nigeria, 2007, por petróleo (suena de algo "alimentos por petróleo"?)
Pakistán, 2001
República Centroafricana, 2006
República del Congo, 1998, debido al coltán, con mas de.....4 millones de muertos!!!!!!!!!!
Rusia, 1999 Chechenia (aún siguen en guerra, aunque intentan vender la moto)
Somalia 1988, +300.000 muertos
Sri Lanka, 1983
Sudán, 2003
Thailandia, 2004 (pero seguimos yendo de turismo)
Turquía, 1984 (Kurdistán)
Uganda, 1986 200.000 muertos y más de 2 millones de desplazados
Yemen, 2004

Israel y Palestina, 2000. No ha empezado la guerra en el 2009, ha empezado en el año 2000 ¿porqué nos sorprendemos entonces? ¿o acaso nos hemos sorprendido también con esta lista de países en guerra???? Dónde está la ética en y para estos países????? Porque vemos solamente el conflicto palestino e israelí??????? Qué pasa con Birmania, en guerra desde antes de que naciéramos (1948)???? Existe Birmania???????

Voy a ser muy breve. No se trata de ética, se trata de PODER e INTERÉS. (buscar la palabra coltán, motivo de todos los conflictos bélicos del Congo, y luego me decís, si en el 1º mundo vamos a dejar de usar el móvil, pantallas de plasma, lcd, etc etc.)

Son las 3:40 de la madrugada, y llevo 2 días que apenas he dormido. No me hagáis mucho caso.


Un saludo.

paredes dijo...

No se quien escribió lo que dice canuit, pero somos 4 pensando lo mismo.
salud

Jake dijo...

Me parece luibilio que el conflicto Israel-Palestina viene de mucho más lejos que el que apuntas. Especialmente desde que se creó el Estado de Israel en “tierra santa” con la anuencia de los vencedores. Era palestina una región donde vivían, desde hace muchos años, unos pastores árabes que campaban por aquellas tierras con sus ovejas. El recién creado Estado de Israel, tras el fin de la segunda guerra Mundial, precisó de un “Espacio Vital”, y imitando a los que no te cuento, se dedicó a invadir zonas, como los Altos del Golán, en una guerra de seis días (1967), y nuevos conflictos armados nunca extintos desde entonces, como la Guerra del Yon Kippur. He re-escrito de nuevo el artículo sobre la Brigada Lincoln, y en ella hablo de la ética de la liberación y la ética de los Quijotes; esta ética nunca olvida las guerras. Al contrario: siempre defiende la voz de los oprimidos, de los sin voz, de los que son carne de las bombas, de los que pasan hambre, de los derrotados en causas justas. Si existe unas proposiciones morales, como sostengo, que pueden ser considerados como buenas y otras como malas. Las que sientan en la misma mesa, en paridad de voz y voto, a los que no tienen voz, a los oprimidos. Y las bombas que caen sobre Palestina están devastando a muchos de ellos: Y, aquí, no nos vale la ley del Talión. La ley de la vieja Mesopotamia y que sigue usándose en tierra santa como heredera de todas las religiones monoteístas. Las tres religiones del libro no sirven para fundamentar ningún tipo de moral. Es mi opinión. Un abrazo. La disparidad de pareceres en buena.